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CAPÍTULO DIECISÉIS

Poché tomó una bocanada de aire y dejó escapar el aire en un suspiro. Había tratado de calmarse y pensar en otras cosas, pero no podía dejar de pensar en la expresión de Calle y en lo enojada que se veía.

Alcanzó su móvil y marcó a la castaña. No tenía idea de cómo disculparse, tampoco estaba segura de lo que diría, pero lo intentó, sin embargo ésa no respondió. El celular ni siquiera sonaba.

—— Apuesto que hiciste algo raro para que Calle se marchara furiosa.

Poché miró a su mejor amiga por unos segundos y después bajó la mirada hacia su celular. Iba a intentarlo una y otra vez hasta que Calle respondiera.

—— Si me preguntas, yo tampoco te respondería a las llamadas —— dijo Paula sentándose finalmente junto a la rubia ——. Guau ¿qué tal si Calle ahora mismo se encuentra con otra mujer? Una que realmente la valore en lugar de a unos padres desgraciados.

—— Creí que la odiabas.

—— Ahora que la conozco un poco me agrada, eso es todo.

Poché suspiró nuevamente.

Sin duda alguna ella había cometido el error y tenía que enmendarlo. No podía dejar que sus padres o hermana siguieran siendo un motivo para que su relación se fuera al pique. Tampoco podía permitir que Calle se fuera con alguien más. Inmediatamente se puso en pie.

—— Necesito pedirte un favor.

—— Cielos, me preocupa lo que vas a pedirme.

Poché sonrió levemente.

Calle firmó el papel que tenía en frente y lo entregó a su asistente.

—— La señora Green llegará en unos minutos. Dijeron que está en el estacionamiento —— anunció la asistente.

La castaña ni siquiera se inmutó. Quería terminar con el contrato lo antes posible e ir a ver a Poché. Aunque estaba enojada con ella la extrañaba mucho.

Solo unos tres minutos después su asistente le informó sobre la llegada de la nueva socia. Sharon Green era sin duda alguna una mujer hermosa. Tenía un cuerpo bastante prominente en todos los aspectos y su rostro atraía a cualquiera. A pesar de sus treinta y siete años, su aspecto era más juvenil y al mismo tiempo ferroz.

—— Daniela Calle, al fin te conozco en persona —— habló la mujer con una seductora voz al tiempo que se libraba de su abrigo para dejar al descubierto su vestido corto y escotado.

La castaña miró en dirección a su asistente.

—— Que nadie nos interrumpa —— advirtió.

La asistente asintió con la cabeza antes de salir de la oficina y la mujer mayor sonrió. Bien estaba segura de que ningún hombre o mujer podría rechazarla. Su cuerpo siempre había sido su mejor arma. Su forma segura de lograr todo cuanto quería. Tan pronto como logró contactar a Calle y acordar una fusión, esperó con ansias ése momento. Sin duda alguna era su nuevo objetivo. Ella era de las que crían fielmente que las personas de la misma clase social debían estar juntas sin importar la edad. Ella lo tenía absolutamente todo y Calle podía completamentar aquello que no tenía. Era así de sencillo.

—— Y bien...—— dijo la mujer poniéndose en pie y caminando hacia la castaña. Se detuvo justo al lado de esa para después sentarse en la orilla del escritorio ——...supongo que podemos empezar hablar de negocios.

—— Revisé la propuesta —— inició la castaña abriendo la carpeta donde tenía la propuesta ——... Y debo admitir que aún no entiendo cómo logró expandir su negocio.

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