doce: yoongi y jimin

704 88 20
                                    

JungKook no estaba acostumbrado a cuidar de sus propias crías en solitario, jamás se había quedado más de veinte minutos solo con las cuatro bestias despiertas y por más que intentó sacar el papel de papá responsable con sus hijos, aquello nunca llegó a él de forma natural. TaeHyung lo traía implantado como un chip desde que se enteró de su embarazo, como si un manual de instrucciones viniese junto a los bebés el día de su nacimiento.
JungKook los envidiaba a todos ellos.

Despertar, la teta de papá, eructar, acurrucarse, dormir, dar vueltitas, despertar otra vez, ver a sus hermanos, pelear, llorar, hacer sus necesidades en un pañal, ser cargados por papá, jugar con papá, llorar, un bañito de agua caliente y mucha espuma, vestirse con ropita suave y cómoda, la teta de papá, eructar, acurrucarse, dormir y... la teta de papá.

Si es que nacieron para ser felices.

Él en cambio era el ayudante. Tomaba un bebé de la cuna, se lo pasaba al Omega, una vez con el estómago lleno, era su turno de sacarle los gases y antes de eso, tomaba un cachorro más y se lo daba a su pareja. Así hasta que los tenían a todos dormidos. Lo mismo ocurría cuando el pañal de los gatitos se iba llenando y el olor comenzaba a crear náuseas en ambos padres, quienes bajo estrictas reglas se turnaban para exponerse a esa serie despreciable de líquidos y olores depositados en los pañales de sus hijos.

El baño resultaba más divertido para JungKook, solo tenía que pasar una esponjita por la piel del cachorro, un poco de agua y enrollarlo cuál sushi en una toalla. Y tachan. Cachorro listo.

─Mi vida como padre se resume en no dejarlos morir... ─Dijo, muy bajito, eligiendo dos tarrinas de helado de una bolsa para otorgárselos a los menores─ Gracias por no dejar que se mueran, les debo una.

Y con el pago merecido de un helado, JungKook fue recolectando a sus niños para luego irse a recoger a su Omega y marcharse de una vez por todas a su casa.

Para JiMin era nuevo, es decir, conocía a gente con cachorros y le relataban aquella vida como un gran reto y muchos de ellos terminaban sus anécdotas con un "no tengas hijos" pero YoonGi en cambio, contó su experiencia con cuatro cachorros y se le vio feliz y ensoñado, como si la aparición de cuatro cachorros fue necesaria en su vida para hacerle feliz. Tal vez a él le pasaba algo similar pero con YoonGi.

Antes de conocer al escandaloso Omega, podría resumir su vida en una rutina deprimente.

Ahora le incluye en su día a día de una manera más... bonita y especial, digno de recordar para sacarle una sonrisa.

─No creo que llegue a tener cachorros... ─Los murmullos roncos de YoonGi siempre le sacaban de lo más profundo de sus pensamientos, toda su atención se centraba en su voz penetrante─ Tienen que cuidar mucho de mi, imagina que alguien dependa de mi...

JiMin sentía que YoonGi se había creído falsos diagnósticos dados por gente sin conocimientos verdaderos.

─Yo creo que serías un padre interesante... ─Sabía que su forma de decirlo atraería a esos bellos orbes de inmediato─ Imagina que tu padre sea profesor de artes y tengas en tu casa un montón de materiales de papelería...

─Antes de que sepa lo que es dicha materia, tendría que ser pequeño, ¿no crees, Park JiMin? ─El aludido carcajeó─ Un cachorro pequeño se decepcionaría al saber que le he tocado como padre... tendría muchos problemas para llevar una rutina y le molestaría con mi aroma y mi gran temperamento...

─Tu aroma es... ─Pensó únicamente diez segundos el adjetivo correcto, mas falló con honores─ fuerte...

─Ya... ─Una sonrisa nerviosa dejó salir y las punteras de sus zapatillas converse se juntaron debajo del banco─  Un bebé pensaría que quiero imponer autoridad todo el tiempo...

 𓍯  rᥲᥕr mᥱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora