capítulo 3

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Derek caminaba por el bosque, gruñendo y bufando, estaba molesto, muy molesto, y cual era la razón? Muy sencillo, Stiles, ese Omega le quitaba años de vida. En la mañana habían discutido y el alfa le había prohibido salir del loft, hasta que el regresará de su recorrido matinal, pero cuando llego, el Omega se había ido, dejando solo una nota pegada al refrigerador, "pudrete" se podía apreciar en una perfecta caligrafía, Derek sonrió, pero al instante volvió a fruncir el ceño.

El alfa estaba frente al nementon, pero no había señal de Stiles, cuando sintió que alguien se acercaba, saco sus garras y se giró dispuesto a atacar,  pero lo que vio lo dejo petrificado.

Tyler había tenido una pésima noche, y una mañana aún peor, su ex novia, no dejaba de llamarlo ni de dejarle mensajes, en algunos lo insultaba, en otros le pedía perdón, en otros simplemente lloraba, se cubrió el rostro con la almohada y grito, hasta cansarse. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, preparo la bañera, se quitó la ropa, quedando solo en boxer, se sentó en el borde de la bañera, metió su mano para comprobar la temperatura del agua, pero una luz azul lo envolvió.

El hombre de acero, luchaba contra el villano de turno, bajo la atenta mirada de los ciudadanos de metrópolis, Clark estaba frustrado, los tipos malos no aprendían nunca, después de noquear al maleante, tomo la bomba y voló lejos de la ciudad, antes de poder arrojarla, el artefacto explotó, pero vamos el era Superman, nada podía dañarlo, cuando el humo azul se disipó, Clark noto que no estaba en metrópolis, sino en medio de un bosque?!

Derek miraba con asombro, al hombre que estaba empapado y en ropa interior, para luego mirar al hombre en mayas y una capa, paso así varios minutos, de repente su asombro se transformó en furia.
  Stiles!!! Grito

Stiles a duras penas, había dejado de reír, la situación era muy divertida, al menos para el, porque a juzgar por la cara de sus "gemelos", ellos no se estaban divirtiendo, cuando de repente un escalofríos atravesó su columna, y el Omega no pudo contener una sonora carcajada.

tres de tresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora