Cuba junto con Puerto Rico habían logrando convencer a la ONU para que realizaran una especie de concurso de baile. Y no cualquier baile.
Oh~ por supuesto que no. No sería divertido si los dejaban ir por lo fácil.
Habían seleccionado aquel baile que tanto los hizo sacar de quicio. Sus caras al darles la noticia de que TODOS estaban obligados a participar.
Y, para el gusto de algunos y el desinterés de otros, habían un premio.
Si harían un concurso lo harían bien.
Convencer a la organización de la paz había sido sencillo, puesto que este creía que era una exelente idea para que todos socializaran más entre si, se divirtieran, entre otras cosas sanas.
Aclarado esto, volvamos a la situación actual.
República Dominicana reía escandalosamente tirado en el piso, retorciéndose.
— Y pensar que muchos de ustedes son pretendientes de Venezuela. Déjenme decirles que NO LLEVAN CHANCE —. Dijo con una sonrisa burlona el cubano, mismo que supervisaba cómo la gran mayoría ponía en práctica los pasos que ellos le habían enseñado.
Se veían tan tiernos y desesperados.
— ¿Qué quieres decir? —. Pregunto con curiosidad Estados Unidos. No comprendiendo que tienen que ver esas palabras con la situación tan humillante que estaban viviendo.
El venezolano en cuestión estaba guiando a un alemán, mismo que parecía un robot descompuesto al intentar seguir los pasos del latino de arco de estrellas.
A Venezuela realmente le enternecia lo chistoso que se veía, además da la admirable determinación que parecía tener.
Alemania logro ver cómo Venezuela rodaba los ojos.
— ¿No sabes, gringo?
— A Venezuela le atraen mucho las personas que sí saben bailar bachata —. Completo Colombia, sentado en alguna parte mirando todo de manera desinteresada.
Casi todos giraron a ver al país caribeño pecoso.
Solo atino a encogerse de hombros, sonriendo despreocupado. Luego coloco sus manos en las caderas del alemán, empezando a guiarlo en sus movimientos nuevamente.
— Me encantan —. Dijo, empezando a menear la cadera al ritmo de la canción que se reproducía en aquel lugar —. Así, Alemania. Tienes que hacer así.
El mencionado se encogió en su lugar, tapando con sus manos su cara, misma que se encontraba totalmente sonrojada. Que bochornosa situación.
Ante la mirada atónita de todos, fue el turno de alardear del dominicano.
— Fue por eso que el salía conmigo. Porque soy un duro bailando —. Sonrió con prepotencia.
— Lastima que eras malo en todo lo demás —. Contesto Venezuela, ahora tomando de más manos al menor.
— Epa ¿Qué fue?
Colombia rio fuerte en su lugar.
Luego de esa conversación y de más burlas, todos siguieron con su prácticas que se darían dos veces a la semana antes del "concurso" que se llevaría a cabo en un mes.
Pero todos aprendieron algo ese día.
¿Así que a Venezuela le gustaban las personas que sabían bailar bachata, eh?
Tal parece que más de uno se tendría que esforzar aún más.
Y quién sabe, tal vez pedirle al país caribeño algunas clases extras.
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