Love song | Pedri | Completa

❝El choque❞

| Hanna |

—No entiendo porque debo hacer esta prueba si ya tengo mi licencia – me queje

Hacía apenas un mes que había llegado a Barcelona. Mi hermano llevaba aquí cinco años, y después de lo que ocurrió con Phil, decidí que sería una buena idea unirme a él.

—Por que en Londres manejabas del lado derecho, y aquí se hace desde el izquierdo — me explico mi hermano, quien me llevaba a dar la prueba de conducir — tienes que estar tranquila, sé que te enseñe bien

—Espero que quien sea el responsable de aprobar mi solicitud sienta compasión por esta inglesa — murmure con una pizca de preocupación en mi voz.

—Con ese encantador acento que posees, sin duda te ganarás su simpatía —respondió él, con una sonrisa cálida.

—Ja-ja, que no domine el acento español no significa que mi español sea deficiente o algo por el estilo.

—Está bien, hemos llegado —Marcos estacionó el coche justo frente al establecimiento—. Cuando termines, llámame para que venga a recogerte. Aprovecharé para ocuparme de algunas tareas pendientes.

—Perfecto.

Marcos me paso las llaves del auto y entre al edificio para buscar a quien sería mi copiloto.

✴︎

Había transcurrido un cuarto de hora desde que me encontraba recorriendo las calles de Barcelona al volante. Mi "instructor", más parecido a un copiloto adormilado, apenas percibía mis ligeros errores. 

A medida que me aproximaba al final del trayecto, me encontré frente al último semáforo. La luz se tornó en rojo, lo que me llevó a detener el vehículo y, aprovechando la pausa, dirigí una mirada hacia mi derecha, donde mi instructor parecía estar inmerso en su quinto sueño.

Al cambiar el semáforo a verde presione el acelerador y comencé avanzar, pero no alcance ni avanzar 2 metros cuando sentí un impacto en mi lado izquierdo.

Mierda

A pesar de que el impacto no fue particularmente intenso, su estruendo fue lo bastante notable como para sacar a mi copiloto de su sueño.

—¿Qué... qué sucedió? —murmuró mientras se despertaba.

—Un idiota me ha chocado —respondí, sin mirar siquiera su reacción, y salí del automóvil para averiguar quién sería el responsable de pagar por las reparaciones que necesitaba mi vehículo.

—¿Acaso no viste que tenia verde y tu rojo? O ¿es que acaso no te enseñaron los colores en la primaria? – ni siquiera espere a que se terminara de bajar del auto para comenzar a gritarle

—Eh perdóname, perdóname

Ok, no contaba con que el chofer del otro auto también fuera un chico posiblemente de mi edad y que fuera tan guapo.

Concéntrate, te acaba de chocar el auto

—Un simple perdón no será suficiente para arreglar mi coche —afirmé con firmeza, decidida a no dejar que el chico apuesto saliera impune.

—Sí, lo sé, es solo que teníamos prisa porque... —no llegó a terminar su explicación, ya que otro joven emergió del asiento del copiloto.

—Joder amigo, pero que golpe – el chico se veía menor que el pelinegro — los demás tienen que ver esto – saco tu teléfono y comenzó a grabar el accidente