EL SEMBRADOR

12 0 0
                                    

¡Sembrador!, por tus palabras y actos a tu lado fui esclavo,

Por tus señales y acciones las terminarás pagando caro.


Te condeno al castigo más abrupto del cielo,

En especial por haber arado y trabajado,

Sin palabras ni descansos,

Con el sol que quita los sueños,

La tierra no tuvo descanso.


Luego del término de tu viaje,

Hemos concluido al castigo más extremo,

Te condenamos a millones de sabores de la tierra,

Millones de verduras esencias y canela,

Te castigo con grandes frutos, porque viste tu miseria, y con trabajo te olvidaste de ella.


Te has ganado los frutos del cielo, y parte de las estrellas,

Por tu testarudo trabajo, has de vivir la vida eterna.


Me cuesta hacer que el cielo deje su llanto cuando estoy triste,

O que la lumbrera radiante ilumine mi camino para dar mi salto,

Las afanosas circunstancias me han llevado a donde vivo,

Y un silbido constante me recuerda que no sigo.


Aunque los matices dejan vulnerable,

Cada risa ahoga mis latidos,

No he de dejar de hablar con aquel ser distante,

Producto de sueños que aún no he cumplido.


Siga la lluvia, siga el camino, siga el dinero en manos del bandido.

Siga la cada palabra con su consonante,

Porque de la realidad informada de renuncia ha sido.

3012Donde viven las historias. Descúbrelo ahora