Calmose en la noche el tullido,
del niño indolente errante,
de sus brazos raspados, teñidos,
de trabajo a sol escalofriante.
De lágrimas nunca caídas,
de llantos nunca callados,
de realidades que canten gruñidas,
En cicatrices que canten los tratos.
Falló la ciencia en su rama,
al no prever este instante,
en que el infante se rebela a bramido,
de la vida tan intratable.
No fuese el quién que reclama,
no fuera el quién que abrigue,
el infierno del trato a su lado,
el dueño del mundo domine.
Todos somos el niño,
Quien muchos ya vieron llorar,
Y pocos son el adulto,
Que hicieron su verdad realidad.
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3012
PoetryTal vez en algún punto nuestras vidas se vieron gravitadas o tal vez no, a continuación, te mostraré algo del mundo que todos en algún punto ocultamos, el mundo de imaginación, creado por ficción, mientras que las emociones son los cimientos de su h...