Ondas calladas, aplacibles y hermosas,
Con llama de cielo me cuentan los aires,
Con lenguajes afables me llama el medio día,
Miradas rutilantes busca mi alegría.
Si me marchare algún día al paisaje soñado,
Me extrañaren extraños por no ser servidumbre,
Mientras me tienen atado a pedidos lozanos,
Buscan mi ensueño humillado y frustrado.
En mi sangre la respuesta de su calma,
En mi llanto su dulce armonía,
En mis actos el precio de plata,
Sus pisadas en oro pagarían.
Salvador ¿de qué?, me llamaron insulso sombrío,
Como si humillaren pudieren al amor abnegado,
¿Solucionarán con mi sangre la pobreza del mundo?,
Con gritos errantes ¿se acabarán sus males?
Si fuere con ello doy la vida con gozo,
Pero el desconocimiento y el odio de corazones necróticos,
La soledad del peso del mundo,
¡Oh, padre!, ¿Por qué me has desamparado?
Al fin de mi sangre que se vierte en el odio,
Mis huesos sentenciados a fragmentos marcados,
Mis huellas y sendas al mundo os dejo,
La paz os dejo para crueles y desamparados.
No te veo mi Dios creador,
Es el dolor todo el pensamiento,
¿Volveré a brillar para ver tu reflejo?,
La muerte pagare, en amor privilegios.
Volveré a verte, ¡Oh, padre!
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3012
PoetryTal vez en algún punto nuestras vidas se vieron gravitadas o tal vez no, a continuación, te mostraré algo del mundo que todos en algún punto ocultamos, el mundo de imaginación, creado por ficción, mientras que las emociones son los cimientos de su h...