ORIÓN

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Betelgeuse, Alnitak, Alnilam y Mintaka,

llegaron a la junta el jueves de mañana,

aunque la mañana la deciden las estrellas mismas,

simplemente llegaron a la hora que les plazca.


Sirvieron un día más a la in morte ignorancia,

buscando enclaustro de incólumes resultados,

observando el cielo de vagantes planetarios,

de planetas lejanos, prontamente olvidados.


Discutieron de nuevo rutilantes escenarios,

pero con ellos destacasen a mares el planeta extraño,

vislumbrando la belleza del sistema escenario,

hablando con su centro, un pequeño de los astros.


A Próxima Centauri, el vecino más cercano,

pidieron un informe, irretractable y detallado,

¿Pudiese ser el planeta del cual la profecía habla?

En el que viven los pensantes, ¿Visitantes algún día?.


Puso en marcha la ciencia de la humanonomía,

¡Mucho ojo!, no confundir con humanología,

matemáticas exactas, el misterio de dios,

mandasen en misión averiguar el sistema errante.


Rigel también se unió, a investigar los pensantes en esfera,

todo Orión dirigió su vista al planeta tierra,

entre todos los brillantes, observaron al abismo,

de la esperanza a la muerte, de la excitación al vacío.


Vieron errantes que alguna vez fueron, son o suspiros,

como ángeles en trajes, sus corazones en vacíos,

vieron continentes denigrados en el hambre,

analizaron las ciudades de concreto en tullidos.


Y vieron que sus lideres, no eran los pensantes,

Los de alma de estrella, vapuleados y humillantes,

corrían por errantes por materiales insulsos,

deseando el rubí precioso, como piedras denigrantes.


Simplemente no era, el planeta de pensantes,

las observaciones en Orión perdurarán un día más,

tal vez en otro milenio, u en otra realidad,

La profecía de pensantes corresponda a la verdad.

3012Donde viven las historias. Descúbrelo ahora