*₊1˚ ෆ

6.5K 424 114
                                    

«Se atrevió a darme órdenes» Semanas habían pasado desde aquel primer encuentro, pero no lograba borrar esas palabras de su mente, y quizá nunca lo haría. Seguía sorprendido por conocer a un hombre como ese. Desde el principio quedó deslumbrado ante su apariencia, y por supuesto, su esencia.

Ahora eran compañeros de trabajo y muchas cosas habían pasado a partir de eso. Aki le parecía alguien sumamente frío y distante, alguien que solo estaba consumido por la venganza y el odio hacia los demonios. 

Sin embargo, conforme el tiempo avanzaba eso iba cambiando. El Ángel no podía darse todo el crédito, pues reconocía muy bien que, el demonio de la sangre y el motosierra habían contribuido a esa noble causa.

Pero no podía quejarse porque la relación que él quería tener con Aki era diferente a la que tenía con Denji y Power. Ni siquiera captó el momento exacto en que ocurrió, pero desde hacía tiempo que se había perdido en aquellos ojos de diamante. Y por su cabeza no pasaba nada más que el nombre del pelinegro. Llegando a memorizar por completo su olor, y sintiendo escalofríos cada segundo que pasaba a su lado.

Con el tiempo Aki también comenzó a simpatizar con el ángel; era nuevo en todo esto de establecer relaciones y más aún con demonios, pero de sobra sabía que aquel querubín no era como sus otros amigos.

Su aura reflejaba algo totalmente distinto y extraño para su percepción. No podía explicarlo con palabras y tampoco podía pensar en ello hasta entenderlo. Su estilo de vida no se lo permitía y quizá nunca lo haría. Era más probable que muriera antes o que se volviera loco.

Y claro que acertó. Después de unas cuantas misiones al lado de su compañero comenzó a presentar problemas de salud. Caída del cabello, desórdenes alimenticios, problemas de sueño y migrañas cada vez más fuertes. 

Denji y Power le gritaron a los cuatro vientos que debía visitar al médico, pero Aki no parecía tener esas intenciones, demostrando que podía ser muy terco en ocasiones. Ellos tampoco iban a rendirse tan fácil, aunque antes sin duda lo habrían hecho, ahora ellos también tenían una conexión con el pelinegro y le llevarían a la fuerza si era necesario.

Pero entonces el ángel intervino, garantizando que él le convencería a la primera, sin necesidad de insistir como ellos.

—Ah... ¿cómo puedes decirlo con tanta seguridad? — La expresión en el rostro de Denji demostró lo intrigado que se sentía.

El ángel se sintió confiado, como si ese fuera el momento perfecto para dejarle en claro a Denji y a Power que su relación con Hayakawa era especial, algo muy diferente a la de ellos.

—Porque yo soy yo. — expresó fingiendo indiferencia.

—¿Ahh? — ambos demonios le miraron confundidos. —¿Qué quieres decir con eso, bribón?

—Quiero decir que ustedes y yo no somos iguales. No para Aki. Él y yo tenemos algo especial, ¿saben?

¿Algo especial? —interrogó Denji. —¿Te refieres a... algo, algo, algo, ALGO!? — utilizó sus manos para simular un acto de penetración.

OHHH...— Power rió con picardía, tomando los hombros de Denji y observando al ángel en busca de una respuesta.

Él dudó por varios segundos pero siempre se había mostrado como alguien desinteresado y ajeno a todo el mundo, así que quiso mantener esa reputación en aquel momento.

Si tan solo hubiera sabido que escondido detrás de las puerta se hallaba Hayakawa escuchando con lujo de detalle la conversación.

Mhh, aún no llegamos a ese punto, pero muy pronto lo haremos. Quizá... —giró su cabeza para centrarse en el calendario, el cual miró de manera superficial. — ...el próximo viernes. —Concluyó satisfecho, cruzando los brazos y cerrando sus ojos por unos segundos.

¿En serio? le succionarás la vida entera solo por unos segundos, no creo que valga la pena.— Denji arqueó la ceja, demostrando que no creía posible aquel encuentro.

—¿Segundos? lo dirás por ti tal vez. Además siempre hay otras maneras...

¡Hey! Aún no he tenido relaciones, pero estoy seguro que marcaría un buen tiempo. Además solo bromeaba desde el inicio, porque es imposible imaginar a ese sujeto involucrándose de esa manera con alguien. ¡Es como una roca!

El bellaco tiene razón, yo tampoco puedo imaginarlo haciendo cosas sucias con otro humano...—admitió Power.

Claro que no pueden, porque su relación con él es solamente familiar. En cambio yo sí que puedo, es lo que hace especial nuestra relación.

Bien, entonces debes mantenerlo vivo para poder llegar a ese momento. ¡Suerte!— le deseó Denji a punto de abandonar la habitación.

Oye bellaco... ¿cuando llegue ese momento me dejarías observar? Digo, para asegurarme de que dices la verdad.

¿Qué carajos, Power? — se giró Denji, tomando el brazo de su amiga para llevársela de ahí. —¿Por qué querrías ver eso?

Hey, no te exaltes. No veo lo malo. La vida de los humanos es aburrida en su mayoría, pero cuando hacen esas cosas mi curiosidad se enciende. Y como dije, es para probar si no nos engañó hoy al decirnos todo esto-

No necesitamos probar nada, y si quieres encender tu curiosidad mira videos en internet o experiméntalo por ti misma.

—Y, y, ¿¡Con quién!?

—Pues con...— Denji estaba a punto de responder y quizá por eso el ángel supo que era momento de abandonar la habitación. Para entonces el pelinegro ya se había ido. 

"𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐨́𝐱𝐢𝐦𝐨 𝐯𝐢𝐞𝐫𝐧𝐞𝐬" ━━ Aki x Angel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora