operación: enamorar a Sunoo. (SUNGSUN AU)

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Tal como lo prometió, se ducho de forma rápida para luego preparar aquellos tuppers de comida que su mamá preparó especialmente para Jay, al ya estar acostumbrados a que esa escena se repita, tenian provisiones guardadas.

—Jeong te espera en el auto, asi que ve.—Sooyoung dejó un beso en la frente de su hijo menor con una sonrisa cariñosa.—Y dile a Jay que cuando se termine todo, que nos devuelva los tuppers, ya lo conozco.

Sunoo soltó una carcajada con un asentimiento antes de marcharse al auto con su hermana mayor, se aseguró tener todos los alimentos más unos hoddies donde estaba potenciado su olor para llevarle a su mejor amigo.

—Personalmente creo que si yo fuera Sunghoon, no me gustaría que mi omega le lleve a otro alfa algo con su olor y encima, para su celo.

Arrancó Jeong diciendo mientras prendía el auto hasta la conocida vivienda del pelinegro, Sunoo hizo una mueca ante lo dicho.

—Se que a hyung no le gustaría, pero sabes porque lo hacemos.

—Jay deberá comprender en un futuro que tu ya tienes alfa, no puede depender de tu aroma y de ti.

El omega apreto sus labios sin saber que decir, era consciente de que su mejor amigo podia llegar a ser muy explosivo, lo fue desde que se conocieron por primera vez, ante cualquier alfa que se le acercara. Antes no tenian problema, pero Sunghoon fue el único que se atrevió a robarle el corazón de a poco y él ya estaba listo para dejarse cortejar, tenia la edad suficiente para eso, y tiene la certeza de que Sunghoon es el alfa ideal.

No Jay, como lo habian prometido cuando eran niños porque, por dios, eran niños que no sabian nada del futuro, solo fue una promesa vacia.

Pero tal vez era una promesa sin sentido para él, solo que aún no abria los ojos.

Llegaron al lugar indicado, con un "ya vengo, no te desvies a la casa de Minnie noona." A su hermana, cerró la puerta del auto y procedio a ir hasta la mansión de su mejor amigo, bien sabido que sus papás siendo CEOS de una empresa de viajes tenian aquella gran casa por su duro esfuerzo. Tomó la llave que cargaba siempre, puesto que también tenía la de su casa y la de Niki, y abrió la puerta.

—¿Hyung?—Preguntó al aire cuando el silencio lo recibió, tan sepulcral y limpio. Cambió sus zapatos por las tiernas pantuflas de osito que su mayor le compró, y fue directo a la cocina, buscando con su mirada al alfa.

Se escogió de hombros y procedio a meter toda la comida en la heladera, tenia para rato asi que no se preocupaba de que su amigo pase hambre.

—¿Sun? ¿Eres tú?—La voz del alfa se escuchó por toda la casa, más los pasos apresurados.

—No, soy un ladrón.—Rodo los ojos.—Podrían entrarte a robar tranquilamente y tu preguntando quien es, imbecil.

—¡Oye! ¡Mas respeto!—Se quejó el alfa entrando a la cocina con el aspecto de un recien duchado, su cabello mojado lo decia todo.—¿Qué me trajiste?

—Se dice "hola", alfa de pacotilla.—Gruño cruzandose de brazos, el alfa rió por la cara enfurruñada del menor, queriendo apretar los tiernos cachetes de su mejor amigo.

—Lo siento, hola, ¿Como estuvo tu dia?—Preguntó con una sonrisa procediendo a revisar cada tupper de comida, sin ver como una gran sonrisa se extendia en la cara de Sunoo.

—Fabuloso, pero sabrás después junto a Niki.—Tal vez si estaban los tres juntos, la bomba explotaria pero sin causar tantos daños.—¿Cómo pudiste olvidar que mañana es tu celo? ¿Qué tal si justo estabas en clases?—Lo regaño golpeando su cabeza en un zape a lo que Jay se quejo en un berrinche.

—Lo siento, estuve ocupado con los estudios y también el arreglo para el nuevo taller.—Suspiro sentándose en la encimera de la cocina.—Me eligieron como presidente en la parte de música junto a Taehyun Hyung, fue hoy juntsmente, me olvidé contarles.

—Un chisme nunca se deja a medias, tu lo sabes.—Rió por su dicho que sacó de su hermana, la cual seguia esperando y recien se daba cuenta.—¡Me olvidé a Noona en el auto! Tengo que irme.

—Pero...—Jay hizo puchero, no queria estar solo y el aroma a frutillas lo estaba relajando a sobremanera, la presencia de su amigo era mas que reconfortable en esos momentos.—No nos vemos desde hace dias, no desde que...

Calló de repente, su voz crispando una molestia que no cubrió.—Desde que te empezaste a juntar con ése alfa.

—No empieces.—Gruño Sunoo, ya enojado por las acusaciones injustas. Dejó su ropa en la mesada prenda por prenda, siendo solo 3, para luego colocarse de nuevo su mochila.—Aqui tienes, devuelve los tuppers y mi ropa cuando vayas.

—Lo haré, gracias.—Murmuró con su vista en el suelo, algo triste por su soledad y por la falta de atención. Sunoo soltó un resoplido, antes de acercarse al alfa y apresarlo entre sus brazos, los cuales no tardaron ni dos segundos en rodearlo.

—Nos veremos en tres dias, y siempre puedes llamarme, o a Niki, cuando estes aburrido.—Dio unas palmaditas para reconfortarlo, soltando feromonas tranquilizantes, uno que seguro quedaria varios dias en la casa.—Cuidate, ¿Si?

—Lo prometo, omega.—Susurró aspirando el dulce nectar, aquel que desde niño era adicto, y razón por la cual se acercó al hermoso niño que se columpiaba en la primeria.

Y no se arrepentia de nada, ya que gracias a eso, pudo conocer al que autoproclamo...

Su omega.