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[♡] Díganme si hay algún error ortográfico, gracias <3

Con el tiempo, Wooyoung fue descubriendo que ya casi podía controlar del todo sus inevitables miedos.

Cumpliendo 18 años comprendió que no solo podía escapar de los problemas, si no que tenía que enfrentarlos.

Así que se cambió de casa con su madre poco tiempo después de su cumpleaños, aunque no era muy lejos de su antiguo hogar. San y él se seguían viendo muy seguido.

Ahora tenía una habitación más grande, y una pared lo suficiente extensa para recrear el mural de los pingüinitos que había hecho hace dos años.

La vida le sonreía otra vez, y eso era bastante bueno. San se sentía feliz, porque aquel chico de cabellos rosas merecía todo lo bueno del mundo, y el se encargaría de dárselo algún día; si Wooyoung quería la luna, la luna sería de él.

La noche que Wooyoung terminó su pintura, invitó a San a casa para que pudieran cenar juntos. La madre del menor se encontraba trabajando para mantenerlos a ambos, así que el mismo Wooyoung tuvo que hacerse cargo de la comida.

Hubo muchas risitas y besos de por medio.

Y cuando Woo le mostró su obra a San, prácticamente estuvo a punto de llorar. Wooyoung solo sonrió tímido.

La velada fue una maravilla para ambos, pero en un instante todo se volvió diferente.

San no se dio cuenta de en qué momento había comenzado a posar su mano bajo la tela del suéter de Wooyoung mientras se besaban en la habitación del menor.

San... Detente.

Wooyoung respiró agitado unos segundos, no pudo evitar que los recuerdos de su trauma volvieran con solo ese toque.

Wooyoungie, no... Yo, perdón, no quería...

Solo... Vamos despacio ¿Bueno? Aún estoy algo nervioso.

San asintió y en poco tiempo volvió a los labios de Wooyoung.


🐳🫧



Pasitos de pingüino【‹𝟹】Woosan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora