Todo el clan se unió para pedirle a Eywa que ayudase a aquella Na'vi embarazada que había caído enferma.
La Gran Madre escuchó sus plegarias, sanándole y permitiendo a aquella pequeña vida nacer.
Pero, algo increíble ocurrió durante el nacimiento d...
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Kiri estaba recostada con tranquilidad en la orilla de la isla, disfrutando de la belleza del lugar.
Podía parecer algo simple, pero el dibujo de los reflejos del agua en la arena, junto al suave movimiento de esta creaban una imagen preciosa, la cual cualquiera podría quedarse observándola por horas sin cansarse.
Sin embargo, aquella paz desapareció después de que una sombra cubriera la luz del Sol.
Al salir del agua, Kiri pudo ver a Ao'nung junto a sus amigos y les preguntó sobre qué era lo que habían dicho, ya que no había sido capaz de oírles bajo el agua.
— ¿Eres algún tipo de... Bicho raro?— preguntó con burla el hijo de Tonowari a la vez que los demás reían, consiguiendo un resoplido de Kiri como respuesta.
La Sully estaba harta de que le llamasen de esa manera, por lo que prefería irse de allí y pasar de ellos.
— Al ser un bicho raro como Sirey ¿Sabes comunicarte con ella?— continuó burlándose, hasta que apareció Lo'ak para protegerle y más tarde Neteyam.
Al final, más que proteger a su hermana de una forma pacífica, terminaron en una pelea de los Na'vi del bosque contra los del arrecife, quedando mucho peor estos últimos.
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Neteyam se encontraba sentado en aquel suelo creado por los Metkayina que se elevaba sobre el agua, descansando sus piernas sobre el tranquilo mar.
Estaba junto a todas las monturas de Ilu, quejándose ligeramente por los golpes que se había llevado durante la pelea, con algo rondándole la cabeza.
Había sido capaz de escuchar parte de la conversación que Ao'nung había tenido con Kiri, si es que se le podía llamar conversación.
Se preguntaba por que el hijo de Tonowari llamaba bicho raro a Sirey.
El día que se conocieron ella también le dijo que para ellos era un bicho raro, pero no entendía el porqué.
No creía que fuera solo porque disfrutaba de la naturaleza, sentía que tenía que haber algo más para que le tratasen así.
