A Gun le llegó el amor a muy temprana edad, él se enamoró de su niñero. Cuando, algunos años después, llega la primera desilusión, su corazón queda libre para recibir consuelo.
⚘️El recuerdo del primer amor, no se va nunca del corazón, se queda, pa...
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No era ostentoso, ni muy original, pero era su primer empleo. Y para Tay eso estaba bien, mientras eso le diera un poco de dinero que podría usar para comprar cómics y chucherías, el chico lo aceptaría con gusto. Además no era difícil, porque su pequeño vecino, era bastante bien portado era un pequeño ángel risueño, pero sobre todo sabía que le agradaba mucho, ya que en más de una ocasión Tay se quedó dormido frente al televisor viendo el canal de bebés mientras Gun se entretenía jugando con los carritos sobre la mesa. Al chiquillo le gustaba dibujar y poner sus obras de arte por toda la casa, y Tay tenía que perseguirlo, para que no derramara el pegamento en la alfombra o lo embarrara en la pared. Le regaló muchos dibujos, todos de sus superhéroes favoritos cuando pedía con los ojitos brillantes y los deditos juntos "Tayie ¿Puedo tener tu libro un poquito?" y no había cómo negarse a esa carita preciosa con esa boquita hecha puchero, porque el niñero le diría que sí, extendiendo su cómic y gritando "¡Cuida de él, Gunnie!" porque el pequeño Gun salía disparado a su habitación.
Era muy curioso además de muy inteligente y siempre preguntaba el ¿por qué? de las cosas hasta que a Tay se le acababan las respuestas y soltaba un "No sé, veremos en la enciclopedia después" dejando a Gun con la incertidumbre de "¿Qué es enciclopedia?" Que nunca se atrevía a preguntar.
Una vez, Tay, le puso sus audífonos encima y puso play al walkman, deleitando a su pequeño cachorro inquieto con buena música, enseñándole desde chico el buen camino del rock.
Le mostró a Guns and roses, Nirvana y Green Day y Gun eligió su canción favorita proclamando a Sweet Child O' Mine como ganadora. Fue entonces cuando el chico de recientes trece años cumplidos relacionó la canción con su Gunnie, llamándolo para sí mismo "Su dulce niño"
"Tayie, tengo hambre" "Tayie, te hice un dibujo" "Tayie, quiero siesta" Y muchas más peticiones eran entonadas por ese pequeño, siempre cantarín con un apodo antes de la petición a la que, enternecido, el niñero no podía negarse.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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