𝟬𝟲

3.5K 402 62
                                    

Sunoo en pánico no era lindo de ver. Su rostro pareció enrojecer rápidamente antes de intentar hablar. —No, Heeseung tengo frio. Me iré a colocar guantes— Se fue hacia la izquierda, cuando su pieza estaba claramente a la derecha.

—Ddeonu, hace calor. Estoy sudando— Heeseung sonrió —Tu pieza no esta en esa dirección.

—Lo sé. Y yo tengo frío— Exclamó, yéndose a su pieza con la vista pegada en SungHoon, quien se notaba por demás ultra nervioso.

—Se esta comportando extraño, ¿no crees?— Heeseung le preguntó a SungHoon. Pero este no le prestó mucha atención, estaba comiendo unas palomitas que encontró por ahí para aplacar el temblor de sus manos.

—¿Quien? ¿él? No ¿Cómo crees?— dijo con la boca llena.

—Tu igual estas raro, estoy seguro que algo me esconden.

—¿Ahora eres brujo? No exageres, solo tiene frío. Probablemente se vaya resfriar, el clima esta siendo un asco.

—Estoy listo, tenía mucho frío— Llegó con una chaqueta y una bufanda en el cuello. SungHoon lo quedó mirando, a punto de partirse de la risa por estar bien cubierto, solo para ocultar el anillo que esta en su mano.

—Cariño ¿Estás enfermo? Creo que podrías tener fiebre— Le tocó la frente —Iré a comprar medicinas, SungHoon, tú te quedaras cuidándolo.

Cuando Heeseung salió, SungHoon observó a Sunoo incrédulo —No era necesario tanto.

—No sabía que hacer, entré en pánico, solo vi la chaqueta con la bufanda y me las puse— Un puchero escapó de sus labios.

—Tranquilo— Lo abrazó, no sintiendo algún tipo de incomodidad a pesar del beso de hace unos momentos. Todo se había aclarado —Ya resolveremos eso. Pero ahora tienes que hacerte el enfermo.

—No puedo creer todo lo que estamos haciendo por este anillo— Apuntó, pero no se veía ya que tenia puesto el guante.

—Lo sé.

—Deberíamos contarle a Heeseung, quizás nos ayude.

—No ¡Me castraría! Me diría que todo es mi culpa, y a ti te cortará el dedo.

—Mejor me enfermaré— SungHoon asintió, transmitiéndole que es lo mejor, y que si menos personas se enteraran sería lo correcto.

Al rato llegó Heeseung con los remedios para su querido amigo Ddeonu. Le tomó la temperatura para después ir a preparar los medicamentos. Sunoo aprovechó de poner el termómetro cerca de algo caliente para que la temperatura aumentará.

—Heeseung creo que es hora de que te vayas, alguien te debe estar esperando; tu perro, tu gato, tus pulgas— SungHoon le dijo sin delicadeza, al ver la cara de sufrimiento que tenía Sunoo.

—¿Como? Yo me quedo con mi Ddeonu, no seas desgraciado.

—Yo lo cuidaré, ahora vete.

—¿A quien le das órdenes?

—A ti, déjalo descansar, yo lo cuido, te lo prometo.

Heeseung bufó —Esta bien, cuídalo— Se despidió rápidamente de ambos y se fue por fin.

Apenas se cerró la puerta, Sunoo dejó de actuar, liberándose de toda esa ropa demás y llamó a SungHoon para que le ayudara. Estaba atrapado.

Poco tiempo después decidieron volver a descansar y como no había más camas, ni loco lo iba a dejar dormir en el sillón, no importando lo que había pasado. Durmieron ambos, cada uno por su lado .

Cuando despertó unas hora mas tarde, Sunoo vio que SungHoon aun dormía, con los ojos cerrados de forma tan bella. Unas ganas irresistibles de hacer algo prohibido inundaron su mente, quería besarlo. Aprovechando que este aun estaba en el país de los sueños se acerco lentamente, verificando que sus ojos estuvieran cerrados, para robarle un beso. Solo uno, uno chiquito, solo para decirle a su corazón que debería contentarse con su pequeño logro —No hace daño otro— Suspiró, apoyando su mano al costado para no caer encima, lo besó otra vez, siendo este mas duradero. Sunoo cerró los ojos para sentir mejor la esencia del beso casto, pero no contó con que SungHoon recién estaba despertando, abriendo sus enormes ojos no entendiendo que es lo que estaba pasando. Quedando aún más grandes cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Entre los labios de Sunoo dijo —¿Qué estas haciendo?— Dejándolo completamente descolocado con los ojos cerrados, con miedo a abrirlos.

 Entre los labios de Sunoo dijo —¿Qué estas haciendo?— Dejándolo completamente descolocado con los ojos cerrados, con miedo a abrirlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙏𝙐 𝘼𝙉𝙄𝙇𝙇𝙊 𝙉𝙊 𝙎𝘼𝙇𝙀 𝘿𝙀 𝙈𝙄 𝘿𝙀𝘿𝙊 // 𝙎𝙐𝙉𝙎𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora