Capítulo 11

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*Narra Elijah*

Me desperté ni bien el sol comenzó a asomarse por mi ventana, estaba recostado en mi cama, pero al comenzar a despabilarme recordé que no estaba solo. Me voltee y ahí estaba ella, durmiendo muy relajada, la marca en su cuello no se había disipado aun, pero su respiración era muy tranquila.

La observe por unos minutos en silencio, era tan bella, su cabello brillaba con el sol, su piel era tan suave y tersa que daban ganas de acariciarla, seria hermoso verla despertar todas las mañanas a mi lado, pero honestamente, después de lo que debo contarle hoy, no se si elija quedarse. Se supone que no debía enamorarme de ella pero era tan inocente y tan terca al mismo tiempo que no podía evitar sentirme atraído por ella. Comenzó a despertarse lentamente y me atrapo observándola:

_Buenos días_

_Buenos días pequeña, ¿Cómo dormiste?_

_Muy bien por suerte, esta cama es muy cómoda_ sonrió.

_Bien, eso me alegra mucho, bien, que te parece si nos levantamos a desayunar y cumplo mi promesa de contarte todo lo que quieres saber, no estoy feliz de hacerlo pero debido a lo que sucedió anoche tienes el derecho a saberlo_

_Me parece bien, iré a ducharme y a cambiarme y nos veremos en el comedor_

Se levanto de la cama con muy poca dificultad, era una mujer fuerte. Me quede observándola hasta que salió de la habitación. ¡Diablos! no podía negar que era hermosa, sus piernas eternas me fascinaban, me desconcentraban un poco debo admitirlo. Trate de sacarme esas imágenes de la cabeza y me metí en la ducha.

*Narra Juliette*

Estaba bastante perturbada por lo que había pasado, no sabía como iba a tomarme lo que Elijah tenía para decirme, pero después de verlo tan preocupado, debo admitir que me daba un poco de pena que viviera solo en esa enorme mansión. Imagino que no debe ser fácil. Y a pesar de ser muy malhumorado debía esconder una lado amable y caballeroso.

Luego de prepararme nos encontramos en el comedor, esta vez en lugar de sentarse en la otra punta de la mesa, se acomodo a mi lado. Berta trajo el desayuno para mi:

_¿Tú tampoco vas a desayunar?_ lo observé

Me sonrío _veo que estas aprendiendo de mi, tranquila Berta ya viene con mi desayuno_

Ya solos me observo como esperando a que preguntara:

_Bien, antes que nada quiero que me expliques sobre las bolsas de sangre que encontré en tu oficina, sobre tus colmillos afilados y sobre tu cambio en el color de ojos_

Suspiro _okey... espero no te espantes, pero, querida Juliette, yo soy un vampiro_

Me quede completamente atónita ante su respuesta.

_Se que es difícil de digerir, pero tranquila, no quiero matarte, ni beber tu sangre, ni convertirte, no soy un asesino, hace muchos años que vivo en paz con los humanos, pero debo vivir alejado de todo para evitar que mi falta de envejecimiento levante sospechas_

_Okey... ¿pero... si eres un vampiro como dices, porque te reflejas en los espejos, o comes ajo, o sales a la luz del sol? ¿Se supone que no pueden hacer nada de eso... o si?_

Lanzo una carcajada antes de responderme: _Mira... los vampiros no somos como se dice en los libros, honestamente el ajo me parece maravilloso, si no pudiera usar espejos no estaría tan arreglado todo el tiempo y en cuanto al sol..._  acerco su mano para enseñarme un hermoso anillo _este anillo esta creado por una bruja, preparado para protegerme del sol, con el, puedo pasear por donde se me antoje_

_Espera un momento ¿dijiste bruja?_

_Si, las criaturas sobrenaturales que lees en tus libros, son reales, brujas, hombres lobo, vampiros y muchas otras que son menos comerciales, solo que no somos como en los cuentos_

Me quede mirándolo tratando de procesar toda la información que me había dado, era demasiado, no estaba asustada, pero no era fácil de comprender. 

_Y... la mujer que me atacó, ¿Cómo dijiste que se llamaba? Celeste... ¿verdad?, ¿Quién era?, ¿Qué era?, ¿por que quiso atacarme?_

Se refregó los ojos algo preocupado _bueno, ella es una bruja, tuve un romance con ella hace muchos años, pero en determinado momento comenzó a tener desacuerdos con mi familia, yo no me puse de su lado y enfureció, no pude matarla, escapó y juro matar a cualquier mujer que se acerque a mi_

Me quede muda mirándolo.

_Entiendo si quieres irte, de verdad, se que no eres tonta y se que entiendes que tu vida corre peligro si te quedas aqui, sea cual sea la decisión que tomes, no voy a detenerte_

No solté ni una palabra mas, le sonreí, me levante de la mesa y me metí en mi habitación, no sabia que hacer, no sabia que decir. Una parte de mi sabia que esta era la oportunidad que esperaba para recuperar mi vida, pero por otro lado sentía que no quería dejarlo solo. No tenia ninguna oportunidad de supervivencia en su mundo, pero no me parecía correcto abandonarlo, además, comenzaba a sentirme cómoda cerca de él.

Tenía solo dos opciones muy claras, ignorar mis sentimiento y huir, o quedarme arriesgando mi vida, pero dejando que todas mis emociones y sentimientos me invadan y fluyan. No era la vida que tenia pensada, pero me daba mucha curiosidad vivir una aventura como esta.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora