Un día oscuro, Sábado 24 de junio, el viento soplaba fuertemente como anuncio de que se avecinaba una tormenta, ahí nuestro protagonista estaba sentado en un rincón, con las manos en la cara llorando desconsoladamente.
A su lado estaba su celular, prendido, con el mensaje que parecía haberlo dejado en tal estado.
"Mamá a muerto"
El mensaje de su hermana lo dejaba claro. Su madre ya no estaba con ellos.
Jack estaba muy mal, a pesar de que su madre siempre estuvo ausente, el la quería mucho, esperaba que todo fuera un sueño, quería despertar y ver a su madre junto a el. Que todo hubiera sido una fea pesadilla.
Pero eso no sucedió, al día siguiente harían su funeral, y no había nada que el pudiera hacer para tenerla de regreso.
Los siguientes días fueron los peores de su vida, tener que enfrentarse a todos los familiares que lo habían despreciado y sin tener a su madre era difícil para el. Lo único que quería hacer era huir, huir de ahí, huir de su asquerosa vida, huir de las miradas de odio que provenían de todas partes.
Al final del día, cuando llego a su casa no se sentía tan mal, era casi como si no le importara su madre, simplemente abrazo a su peluche tan cansado y se quedo dormido.
A la mañana siguiente se levanto sintiéndose igual de cansado que el día anterior, a pesar de que era un día hermoso, y que la tormenta había cesado, pensaba no moverse de su cama, no quería empezar un nuevo día, lo único que el quería era seguir durmiendo.
Pero entonces sonó el timbre de su casa, sin ningún animo Jack se levanto y fue a abrir la puerta.
Entonces al abrir vio a su hermana la cual no lo visitaba hace mucho tiempo.
Jack: Jessica, que estas haciendo aquí?
Era obvio que estaba sorprendido de verla, ella ni siquiera se presento al funeral de su madre, por qué estaba ahí sin razón alguna?
Jessica no dijo una sola palabra y lo abrazo fuerte. Fue un abrazo tan cálido, pero lleno de tristeza.
Jessica: Lo siento Jack, si me hubiera esforzado más.. Tal vez mamá seguiría aquí...
Jack solo atino a corresponder el abrazo mientras una pequeña lagrima corría por su mejilla.
Luego de ese momento de hermandad Jessica paso a la casa de Jack y se sentaron en el sofá de la sala a hablar de lo que venía por la muerte de mamá, cosas de herencia y demás. Eran cosas complicadas ya que su mamá tenía muchas cosas y repartirlas entre sus dos hijos era algo difícil en especial por que no dejo ninguna indicación de que les dejaría a cada uno.
Jessica: El jueves debemos ir a recoger las cosas de mamá a su casa, ya que será vendida.
Jack: Oh... Será vendida...
Jessica: Se que esto te afecta más que a todos, pero así es la vida, a veces hay que dejar algunas cosas por más que duela Jack.
Aunque no quisiera, Jack sabía que no se podía hacer nada, la casa sería vendida y nunca volvería a ver esas paredes con pintura blanca a las cuales recordaba rayar cuando era un niño.
Jessica: Ya debo irme, nos veremos el jueves.
Jessica se marchó sin decir más dejando a nuestro protagonista solo en la sala, solo escucho el sonido de la puerta cerrándose para saber que Jessica estaba fuera de casa. Entonces fue hasta su habitación y abrió su armario dejando ver un montón de cosas curiosas, eran solo cosas para bebés, biberones, chupetes, mordedores, pañales, ropa y pijamas de animales.
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El Pequeño Jack
RandomEsta historia es de Jack, un adolescente de 17 años que sufre el no haber vivido su infancia y por eso recurre a las regresiones para tener esa infancia que jamás tuvo.