Los días pasaron, por fin Jack pudo regresar a su casa, ahora mismo está en el auto de Jessica, quien lo lleva de vuelta con sus maletas.
Normalmente habría un silencio total en el auto, pero Jessica de algún modo se las ha arreglado para tener pequeñas conversaciones junto a Jack en todo el camino.
Al llegar a casa Jack baja sus maletas con la ayuda de Jessi y las deja en la entrada, después de bajar todas sus maletas finalmente se despide de Jessica con un abrazo.
Viendo como Jessica se marcha él no puede evitar sentirse un poco feliz, después de tantos años por fin pudo volver a ver a su hermana, y mejor, finalmente pudo estar con ella y fortalecer la relación que hace tiempo ya parecía desgastada.
El auto ya lejos hace que Jack suspire y de una vez entre a casa con sus bolsos, llevándolos de inmediato a su habitación.
Todo estaba tal cual lo había dejado, no había nada cambiado, su habitación lucía totalmente igual, la cama, el armario, la ventana... Todo estaba perfecto!
Sin esperar más Jack empezó a desempacar, guardando su ropita en el armario, y también dejando su paquete de pañales en su cajón, con sus sábanas y mantas tendiendo su cama, y también llevando artículos comunes como sus biberones o chupetes a donde pertenecen.
Cuando ya estuvo todo de vuelta a su lugar Jack feliz de estar de vuelta en su lugar seguro, sacó un pañal y un tierno mameluco de tigre, y se lo puso.
Siendo el lindo bebé que es gateo hasta su cama y tomó a Kelly, y un chupete claro, un bebito no puede faltarle su chupete!
Ya en total rol de bebé el gateo por la casa, llevando a Kelly consigo, para su mente de bebé parecía que estuviera en una isla desconocida, y él era un náufrago, que llevaba a su humilde amigo para intentar buscar ayuda y salir de ahí.
Se escondía en la habitación de lavandería, y después corría a la cocina, como si monstruos lo estuvieran persiguiendo. Todo eso mientras se reía y gritaba hablándole a Kelly.
Jack: Kelly! Vamos vamos! Nos alcanzan!
Este juego duró un rato, hasta que Jack se aburrió. No es muy divertido jugar solo...
Jack: mmmh...
El pequeño abrazaba a Kelly sentado en el suelo, le gustaba ser pequeño, pero no podía serlo totalmente si no tenía quien lo cuidara. Que tal si se caiga? Quién lo iría a consolar? Quien le daría un besito a su pupa? Que pasa si se despierta en la noche queriendo un biberón? Nadie podría hacerle un biberón, siempre se lo hace el mismo. Y eso realmente lo pone muy triste, porque como pequeño tambien necesita cariño y atención por parte de un cuidador.
Pero, quién? No puede ser alguien de su familia... Tampoco tiene amigos realmente... Está completamente solo, es un bebé solo y desprotegido ante el gran y cruel mundo que solo le arrebata las cosas que ama.
Para distraerse de sus pensamientos el toma el control remoto y enciende la televisión. Nunca encuentra algo que le interese, pero ahora fue diferente, encontró unos vídeos musicales, de un tal 'Bebefinn' que si le gustaron, las canciones pegajosas y lindas animaciones lo tenían hipnotizado, cantaba y reía junto a las tiernas caricaturas que encontró.
Después de todo un concierto de las canciones infantiles nuestro pequeño amigo sintió mucha hambre, hambre de... Galletas!!
Sin apuro gateó hasta la cocina, donde en el mesón se encontraba el tarro de galletas que tanto deseaba... Pero no lo alcanzaba, no sentado, y como lindo bebé que era no podía levantarse como adulto! Así que buscó una silla, y se subió sobre ella para alcanzar las galletas.
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El Pequeño Jack
RandomEsta historia es de Jack, un adolescente de 17 años que sufre el no haber vivido su infancia y por eso recurre a las regresiones para tener esa infancia que jamás tuvo.