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Ambas estaban caminando en dirección al patio para salir por la puerta grande en dirección a sus casas, aún no cruzaban palabras. En realidad, nunca lo habían hecho.

Ambas sabían que no podrían salir de la escuela hasta hablar sobre su proyecto, además, sentían la mirada de Miriam por todos lados.

— Underwood, solo para que te quede claro esto lo hago por el proyecto así que... — Peggy suspiró pesado desviando la mirada para luego miear a Dottie.— ofrezco mi casa para el trabajo.

— Para que te quede claro a ti yo solo voy a aceptar tu oferta porque no me queda de otra. — Dottie caminó con la frente en alto dejando a Peggy detrás— Mañana después de clases y yo invito el almuerzo. — dijo antes de alejarse demasiado de Peggy para irse a su casa.

Con respecto a la comida que llevará Dottie, ella sabe que tanto como sus padres y los de Peggy trabajan viajando por ese motivo ellas solo se encuentran en casa a cargo de sus amas de llaves. Cosas de gente de dinero.

A Peggy no le importó si llevaba almuerzo o no, si terminaban el proyecto lo más antes posible mejor para ella.





















Al día siguiente cuando Dottie y Peggy salieron de clases Dottie le pidió a Peggy que la esperara un momento, la nana de Dottie le iba a entregar el almuerzo para que pudieran comer en casa de Peggy antes de comenzar a trabajar.

— Sabes que no te pedí nada. — miró déspotamente su bolso de comida. — es más, vamonos de una vez que ya quiero terminar el proyecto.

— Eres una alumna ejemplar se ve a simple vista. — impidió su paso. — Pero me vale si quieres o no comer de lo que hice, solo lo hago por compromiso.

Ambas subieron al auto de Peggy para que su chófer las llevara hasta su casa. El viaje fue algo tenso, no mucho porque Peggy se sentó delante y no estaba cerca de Dottie pero ambas chocaban miradas de vez en cuando por el retrovisor.

— Baja — Bufó Peggy al abrirle la puerta a Dottie.

— Ay, gracias corazón eres muy amable. — el sarcasmo de Dottie era imprescindible. Peggy abrió los ojos e hizo una expresión de extrañeza. — No te emociones, parece que no conoces el sarcasmo. Además, no tienes que abrirme la puerta de tu casa o de tu auto.

— Dorothy, puedes irte a la mierda.

— Sí me voy allí, te arrastro conmigo. — Dottie caminó de largo dejando a Peggy atrás.

Dottie llegó hasta la puerta de la casa de Peggy, tocó y le abrió una linda señora algo ya anciana que la saludó con una sonrisa de oreja a oreja.

— Oh, señorita... Peggy no se encuentra, recién acaba de salir de clases. Pero si gusta puede entrar. — le señaló la entrada.

— oh, buenas tardes amable mujer, soy compañera de Margaret. Ella y yo llegamos juntas para comenzar el proyecto.

— ¿Tu eres Dottie? — La señora dudo poniéndose un dedo encima de su labio.

— Sí, vengo con Margaret para... — Dottie no se dio cuenta sobre cómo la llamó aquella mujer e hizo una pausa a su oración.

— Oh, usted es su compañera de proyecto. — sonrió. — Peggy me habló mucho de us—

— ¡Nana! — Peggy casi gritó.

Dottie se quedó observando a Peggy, ¿Por qué hablaría tanto de ella a su nana? ¿Le hablaba a su nada sobre ella para bien o para mal? ¿Por qué la llamaba Dottie? ¿La llamaba Dottie?.

Peggy se llevó a su nana dentro y una pensativa Dottie iba detrás de ellas.

Peggy fue hasta la cocina, le dijo unas cosas a su nana y salió a recibir a Dottie en la sala.

— No creas que te llamo Dottie, ella te llama de esa estúpida manera porque le dije que tu nombre es Dorothy.

Peggy no la miró a los ojos, soltó todo de una manera extraña, como si estuviera reprimiendo sus sentimientos. Era extraño, Dottie ya lo había notado antes cuando hablaba de una manera algo bruta sobre Dottie en la escuela delante de ella, solo que al estar con sus amigas no podía distinguirlo pero ahora que estaban solas en un sitio sin ruido podía leerla fácilmente.

— Me importa poco como me llames, solo no te hagas ideas.

Peggy ignoró eso por un momento y soltó al mo.ento en que ella terminó.

— Voy por los libros de teoría.

Al salir de la sala caminó a su habitación reaccionó a lo que dijo Dottie "No te hagas ideas." ¿A que se refería con eso? ¿Qué clase de ideas? ¿Por qué lo dijo?¿Es que ella sabía algo de su secreto?. Peggy entró en pánico, ahora se sentía nerviosa tomando su libro de texto que ni siquiera supo como lo tuvo en sus manos en dirección a la sala.

Hizo una pausa antes de dar unos últimos pasos para estar completamente en la sala, solo un muro la separaba de esta y eso le dio tiempo para tragar saliva e ignorar todos sus pensamientos.

— Aquí esta el libro y más te vale que- — Peggy vio la mesa de la sala llena de comida  y Dottie sentada en el suelo.— ¿Pero que carajos?

— De nada, sabes ya me cansé de pelear. Necesitamos comer para comenzar a trabajar.

Dottie parecía muy sincera. Ella realmente lo estaba intentando.

— Yo no re pedí nada pero tampoco voy a rechazar la comida, sería una falta de respeto que regreses con todo a tu casa.

— Faltas de respeto y de agradecimiento diría yo.

— Agh! Terminemos esto de una vez. — Peggy se sentó en el sillón tomando un plato.

Ellas comieron rápido y terminaron el trabajo, ambas pensaron que iba a ser peor estar juntas trabajando pero fue totalmente distinto, las burlas y los comentarios déspotas no faltaron pero a pesar de todo hasta incluso hubieron risas de burla pero algo es algo.

— ¡Por fin ya no volveré a verte nunca más! — Festejó Dottie.

— Opino lo mismo.

Peggy no pudo evitar sentir incomodidad acerca de ese comentario ¿Pero que podía esperar? Ella hacía lo mismo.

Ambas acomodaron todo el desastre que hicieron para realizar su proyecto.

— Deje todo organizado, yo llevo lo digital y tu te quedas con lo físico. — agarró sus cosas y se acercó a la puerta.

Peggy estaba inquieta quería decirle algo importante a Peggy. Y sí, lo hizo cuando Dottie se acercó a la puerta.

— Dorothy, espera... — Dottie se dio la vuelta.

— ¿Qué es lo que quieres?

— Que... seamos... amigas — Peggy bajó la cabeza.

Dottie se quedó en silencio, no pronunció nada. Tal vez, tan solo tal vez no vino venir esa oración de la boca de Peggy nunca.

— ¿Pero que dices?

— Ya lo dije, quiero que seamos amigas.

— No me jodas, Carter. — Dottie dijo con desparecio para luego salir de la casa de Peggy.

Dottie pensó que esto se trataba de una broma pesada de Dottie, porque ¿Uno nunca espera venir una propuesta de este tipo sobretodo de tu enemiga, cierto.? Es por eso que Dottie hizo una pausa, ella al comienzo quería aceptar pero Peggy sería capaz de ponerle una trampa todo para hacerle burla por eso es que lo pensó mejor y decidió que no.

Quién Lo Diría | CarterwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora