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Peggy es una persona resentida, ella puede entregar lo mejor de ella y cuando la hieren puede ser la misma mierda.

Ella no soporto que Dottie la rechazara así, agradece que no fue en la escuela y maldijo mil veces el haberle propuesto tal cosa.

Pero lo que nadie sabe es que Peggy le dijo tal cosa a Dottie porque Peggy gusta de Dottie. Ella siempre la trataba de la peor manera para alejarla de sus pensamientos pero no podía, verla día a día con Thompson, pegados como chicle le causaba celos y de los más feos.

Al comienzo ella veía a Dottie como su competencia, una atractiva competencia, pero conforme iba pasando el tiempo la que convirtió esa competencia en un campo de guerra fue Peggy. Cuando ella comenzó a ver a Dottie de una manera distinta.

Ella siempre a tenido más confianza con su nana que con sus padres por lo mismo que sus padres trabajan no desarrollan una comunicación paternal con su hija así que la única que le puede dar eso a Peggy sería su nana. Su nana sabe mucho de Dottie, se podría decir que ella fue quién le hizo ver a  Peggy que quién le gusta es Dottie.

Un día estaban cenando viendo una película, estaban sentadas conversando cuando de pronto salió de su boca.

— Sabes, hoy vi a Dottie con ese estúpido de Thompson en las gradas besándose, ¡agh!, solo ver como Thompson besaba a Dottie me causaba náuseas, ella merece alguien mejor. Alguien de su estándar, no ese chico deportista becado que ni mantiene su beca por mérito propio.

La nana de Peggy solo la observaba, ya era mucho el tiempo que Peggy hablaba del novio de Dittie quejándose. Y con el tiempo me refiero a 3 años.

— Sigo sin entender cómo es que duran tanto. Dottie es tan linda, es inteligente, su creatividad es increíble, no me alcanzan las palabras para terminar de alagarla, simplemente es demasiado para él.

La nana se dio cuenta de como iba esto y prefirió quedarse callada, no decir nada al respecto pero hasta que sucedió esto ella no puedo quedarse callada. Peggy estuvo reprimida todo el día desde que Dottie le dijo tal cosa hasta el día siguiente en el desayuno.

— Peg, tienes que desayunar. — la nana toda preocupada.

— Ya te dije nana que no quiero ir a clase hoy, quiero quedarme en cama.

— Ayer tampoco quisiste cenar, te vas a enfermar hija.

— ¡Nana por favor, basta! quiero estar sola.

— ¿Es Dottie, cierto?

— ¿Qué?

Peggy levantó la cara y se podía ver sus ojos como dos limones por todo lo que lloró la noche anterior.

— Solo mírate, estas así por ella

— ¿Qué? ¡NO!

— Nada que no, tu estas así porque Dottie te rechazó, yo escuché todo.

— Nana, no es por ser irrespetuosa pero quiero que me dejes sola.

— Margaret ahora mismo te levantas de esta cama y te vas a la escuela, no vas a dejar que un rechazo te deje de esta manera.

Peggy se hundió más en su almohada.

— ¡Te veo en la cocina en 10 minutos! — se dirigió hasta la puerta para retirarse — TE VEO EN 10.

Peggy se puso de pie, hizo todo su procedimiento para irse a la escuela de mala gana, ella no quería ir y ver la cara jodidamente hermosa de Dottie porque si la veía tal vez la mandaba a la mierda y no quería hacer eso.

Peggy tomó su desayuno y se dirigió hasta la escuela pero fue extraño para todos cuando ella no participó en clase.

Cada vez que Dottie levantaba la mano se sentía como una de esas alumnas que opacan al resto de estudiantes por saber más, claramente lo era pero no lo sentía así cuando Peggy competía con ella.

Dottie la miraba de reojo, Peggy no estaba haciendo anotaciones, ni prestando atención a las clases. Ella miraba hacia la nada. Varios profesores le preguntaron si se encontraba bien, ella solo respondió que si. Los profesores decidieron darle su espacio, pensaron que era la pubertad y los cambios de emociones en los adolescentes.

A la hora de salida cuando todos se iban, Peggy se dirigió primero al baño, quería lavarse la cara para levantar su ánimo y ver a su nana.

Dottie quería saber que le sucedía a Peggy así que la siguió,

— ¿Quién te rompió el corazón que estás hecha mierda? — Dottie dijo secamente mientras se lavaba las manos.

— Agh, no me jodas Dorothy, vete a la mierda.

Peggy salió del baño sin si quiera mirar a Dottie.

Dottie fue detrás de ella y le tomó del brazo.

— Está bien, perdón. — la soltó cuando vio un gesto de incomodidad por parte de Peggy. — Pero quiero saber si te encuentras bien.

¿Acaso Dottie juega con los sentimientos de Peggy?. Claro que no, solo es una Peggy ilusionada.

— Underwood te puedes ir a la mismísima mierda, tu y yo sabemos que no te importo en lo más mínimo. Quiero que sea Martes para entregar nuestro puto trabajo y no volver hablar contigo otra vez.

Peggy se fue furiosa hasta su auto. Dottie, de todas las cosas que le dijo Peggy durante todo el tiempo que se conocen sintió que estas si eran totalmente reales. No supo el porqué pero le afecto mucho el escuchar a Peggy decir eso y de esa manera.

Dottie quiso llorar pero no lo hizo, se tragó sus sentimientos y continuó como si nada hubiese pasado aunque de algún modo no dejaba de pensar en ello.


Quién Lo Diría | CarterwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora