Tres

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Presente

La luz del sol atravesaba el velo de las cortinas, haciendo que SungHoon despertara y tuviera una sensación de que algo estaba mal. Se negó a abrir los ojos y tan solo se acomodó un poco en la cama.

Su brazo rozó con la piel de alguien y el pánico volvió a dominarlo. "Por favor que sea HeeSeung, por favor que sea HeeSeung".

─ Buenos días cariño. ─ dijo la voz del sujeto de su sueño, la decepción se sintió como si le faltará el aire.

─ Buenos días. ─ Respondió SungHoon. Apretó los ojos.

─ ¿Cómo te sientes? ─ preguntó el rubio y Hoon sintió como su cuerpo era atraído por el brazo del otro hacia él. Se sintió mal, como si de alguna forma estuviera engañando a HeeSeung, incluso si este le hubiese cortado la llamada de la noche anterior y lo haya tratado como a un simple desconocido.

─ Todavía un poco fuera de lugar. ─ mintió SungHoon y abrió los ojos. La luz brillante que iluminaba la habitación cegó al menor y este puso un brazo sobre su rostro.

─ Quédate aquí. Voy a preparar algo para tu estómago. ─ dijo Jake y SungHoon sintió como el peso abandonaba el colchón. Al momento de abrir de nuevo los ojos y que estos se acostumbraran a la luminosidad del lugar, el pelirrosa observó que el chico ya traía puesta una bata y caminaba fuera de la habitación.

SungHoon se quedó quieto y decidió incorporarse. Descartó la idea del secuestro porque, ¿qué secuestrador te abraza y prepara algo para el estómago? Ninguno, a menos que se trate de un acosador, pero también desechó aquella idea, ninguno te dejaría un celular a la mano.

Echó un vistazo más detallado a su alrededor y pudo notar con más detalle el lugar. Las paredes eran lisas y de un blanco suave, el piso era de madera y en tonos claros, además de que las cortinas eran de un ligero amarillo y no blancas como había pensado. A juzgar por la forma del ventanal, SungHoon dedujo que este no era lo que pensaba y en realidad se trataba de un balcón.

Un sentimiento de calidez recorrió su cuerpo y una pequeña sonrisa apareció en su rostro. A SungHoon le gustaban los balcones, y mucho. Creía que estos daban una sensación de libertad y una conexión con el exterior cuando las habitaciones se volvían sofocantes.

─ Hoonnie, ¿de qué quieres tu ? ─ gritó Jake, sacando al menor de sus pensamientos.

"Puaj ¿Té? ¿De verdad?" A SungHoon no le gustaba el té.

─ ¿Tenemos café? ─ preguntó, pero no recibió respuesta. Dedujo que el rubio estaba preparando la bebida.

─ ¿Desde cuándo tomas café? ─ dijo Jake entrando al dormitorio. En sus manos traía una taza con dibujitos de pingüinitos bebés y un cordel con una etiqueta que sobresalía del recipiente humeante. Un ligero olor a manzanilla se coló por las fosas nasales del chico.

"¿Ahora bebo té de hierbas? ¿Ahora? ¿Cómo si ahora fuera mi nueva vida? ¿Por qué no me acuerdo de nada?" Pensó SungHoon.

─ ¿Hoon? ─ preguntó Jake, extendiendo la taza hacia el pelirrosa. ─ Bébelo.

El menor tomó la taza entre sus manos y le dio un sorbo al líquido amarillento. "No está tan mal".

─ Gracias, sólo que por alguna razón quise beber un poco de café, ya sabes... No dormí bien anoche. ─ fingió una sonrisa.

Jake le miró con escepticismo y colocó sus manos en las caderas.

─ Te conozco por seis años y jamás te he visto tomar una gota de café.

𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿𝗴𝗹𝗼𝘄 ✿ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora