Hoy es un nuevo día, decidí ir a la dulcería de Mandy, pues necesitaba hacer algo importante
Llegando tomé la decisión de sorprenderla, en vez de ir por la entrada principal decidí ir por el lado donde los repartidores llevan la mercancía al almacén
Y si, Mandona no es la única que trabaja ahí, ¿No creen que sería difícil que una sola persona mantenga una confitería?
Esperé a que los distribuidores terminarán de dejar los paquetes dentro del depósito y cuando se fueron en una furgoneta aproveché en entrar
Tuve que esconderme ni bien ingresé, pues una niña con traje de un oso gominola verde y un pony llegaron también al establecimiento
Comenzaron a tomar algunos atados y de estos empezaron a abrirlos para escanear los caramelos con sus miradas. Luego, el que se vestía de potro trajo una carretilla y la chica gomita empezó a vaciar las entregas dejando los dulces en la carreta para que cuando esta se llenara decidieran irse
Suspiré aliviado sabiendo que no me notaron, también tomé el valor de salir del almacén, pasando con la condición de que no se escucharán mis pasos detrás de los dos trabajadores
Así seguí hasta que llegamos a la parte capital de la tienda, dejé de seguir a los operarios para fijarme en un trono que está detrás de un mostrador. Ahí estaba mi gruñona favorita