Prólogo

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-Mama, mama- llamo tirando de su falda

- ¿Que sucede Rywell? - preguntó inclinándose en la silla

-Cuéntame otra vez la historia del bosque Abredsyas-

-Pero luego a dormir ¿está bien? - El niño asintió

-Ocurrió ya hace tanto tiempo, que el recuerdo fue olvidado y la historia perdida, solo unos pocos recuerdan lo que pasó, lo que por generaciones se fue transmitiendo, la historia de Abredsyas el bosque de los árboles milenarios antes de pasar a llamarse el bosque rojo-

El niño puso cara confundida –el bosque rojo, ¿Por qué lo llaman así ahora? -

-Tranquilo mi niño, todo a su tiempo y recuerda que no es una simple historia, son nuestras raíces- dijo con un tono seguro pero dulce.

Rywell se limitó a asentir.

-El bosque rojo como ahora se le conoce, fue una tierra de prosperidad y tierras fértiles, abundancia en animales y recursos. Hasta que, en un momento, un simple segundo todo se sumió en fuego nadie sabe cómo ni porqué- hizo una pausa cuando escucho el ruido de la lluvia

-Deberías ir a dormir Rywell- dijo con una voz pacífica y tranquila

El muchacho se negó –por favor madre termina la historia, al menos un poco más-

La madre le asintió y retomo la historia

-los sobrevivientes buscaron un nuevo lugar en el cual empezar, pero no fue fácil, algunos escaparon hacia otras tierras, otros murieron en el intento- hubo otra pausa, seguido de un suspiro –pero lo peor fue para quienes fueron capturados y vendidos como esclavos-

De repente empezaron a salir lagrimas unas tras otra, el sufrimiento de generaciones, Rywell la abrazaba e intentaba consolar, cuando pudo calmarse le dio un beso en la frente al niño y continuo.

-Los demás reinos al enterarse de lo que podíamos hacer empezaron a darnos caza y los sobrevivientes libres eran cada vez menor, los esclavos aumentaban cada día-

Rywell le interrumpió – ¿pero, cómo descubrieron nuestro secreto madre? - preguntó con tono confuso

-algunos de nosotros cansados de huir o no poder vivir, decidieron trabajar para los demás dándoles lo necesario para encontrarnos- tosió un poco e inspiró hondo, abrazo al niño y siguió.

–los que no fueron esclavizados o asesinados intentaron regresar al bosque Abredsyas, cuando unos pocos llegaron solo encontraron hedor a muerte, nada estaba bien ahí, cuervos graznaban todo el tiempo, los ríos antes abundantes ahora permanecían en silencio. La tierra fértil es simple roca, los árboles ahora rojos y quemados, ya no queda rastro de lo que alguna vez fue-

-la respuesta a tu pregunta viene ahora pequeño Rywell-

–el bosque Abredsyas antes glorioso, se pasó a llamar el bosque rojo lugar de pena y muerte donde el fuego aún se oye arder e incluso algunos afirman haber visto demonios quemando el bosque- e hizo una seña a su pequeño fogón

Rywell lo contemplo, lo que destruyó su hogar y sus antepasados lo mantenía caliente lo salvaba de morir congelado era algo muy confuso para un niño –ahora la de mi papá por favor- pidió con entusiasmo a la madre

-esa será historia para otra noche- dijo y bostezo, Rywell la acompañó.

-será una historia más dolorosa pequeño Rywell-.

El bosque rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora