Anduve caminando por muchas calles que no conocía. Noeran calles muy bonitas, como las que salen en las películas dela televisión; pero tampoco eran muy feas, como otras quetambién se ven en la televisión.
Pero lo peor de todo era el hambre que tenía. Porque enesta vida lo más importante es comer.Por eso me metí al mercado, donde había muchisisísimas cosas de comer. Lo malo era que yo no tenía dinero paracompradas. Entonces pensé robarme algo, pero recordé que erapecado robarse las cosas; sobre todo cuando el dueño es otro. Por eso lo que hice fue pedir que me regalaran algo, y unaseñora me regaló dos zanahorias. Pero lo mejor fue al díasiguiente, pues un señor me regaló una torta de jamón. ¡Nopuede haber nada más bueno en esta vida!
Había otro señor que también era muy bueno y me dabapermiso de dormir en los carros que él cuidaba por las noches.A cambio de esto yo nomás tenía que acarrear cubetas de agua para que él pudiera lavar los coches. Pero el señor eratan bueno que no sólo me invitaba a mí a dormir en los coches,sino que a veces también invitaba a algunas señoritas; y hasta él mismo se quedaba haciéndoles compañía.
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El diario del chavo del 8
Rastgeleno me pertenece todos sus derechos a Roberto Gomez Bolaños que en paz descanse alias chespirito la palabra diario la puso el