¡! ࿔₊° Dear Boy [LinkXReader]

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Platica poco convencional
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El libro no apareció ese día y _____ había sido transportada al castillo de Hyrule al día siguiente después de su rescate. Todo había salido relativamente bien, su herida estaba siendo curada ya que, para su mala suerte, si era difícil el conseguir hadas sanadoras.

En esos momentos, la muchacha se encontraba en su habitación con medicamentos en su buró y vendas mejor puestas al rededor de todo su cuerpo, al parecer las patadas que recibió si fueron de gravedad.

—¡Me alegra tanto que estes bien! Me tenias tan preocupada... —Dijo Zelda a punto de llorar mirándola con los ojos cristalizados.

Y de repente, un portazo se escuchó mostrando a un orni alterado entrando a la habitación lleno de preocupación. Detrás, una enfermera lo perseguía.

—¡Perdóneme princesa! ¡Le dije que no podía pasar y-!
—No se preocupe, mírelo, estaba realmente preocupado. —Zelda limpiaba las lágrimas que empañan sus mejillas.

Revali tomaba a su amiga de las mejillas intentando examinarla mientras ella se mantenía en su lugar con una sonrisa cansada.

—¡Me tenías tan...! ¡Tan! Mierda —Pues le costaba decir aquellas palabras eso era evidente.
—¡Ja! ¿Preocupé al guerrero orni?

Revali iba a hablar, pero Zelda lo interrumpió con una risa escandalosa. La enfermera ya había salido de la habitación, la puerta estaba totalmente cerrada.

—¡Preocupar y poco más! Tu amigo quería ir con las gerudo a buscarte.
—Pues tú también querías ¿O no? —Cuestionó el Orni cruzado de brazos con molestia.
—Pues sí, lo admito. Tú deberías hacer lo mismo.

La puerta volvió a abrirse, esta vez de manera gentil y lenta. Detrás de ella, una cabellera rubia se asomó y unos ojos azules miraron la habitación. Zelda rodó los ojos mientras Revali chasqueaba la lengua.

—Princesa —Habló Link— ¿Puedo pasar?
—Pasa, vamos. —El tono cortante de la princesa hizo que Link dudara.
—Vamos, Link, pasa. Seguro es algo importante —Pronunció _____ desde su lugar.

Link se animó a pasar, su paso era lento, no se acercaba a la princesa, era hacía la muchacha herida quien miraba a Revali con el ceño fruncido, lo regañaba con la mirada.

Link dejó un frasco que brillaba con furor en el buró a un lado de los medicamentos.

—El rey me encargo... buscarla. —Sus palabras cortas y monótonas, a veces parecían hasta llenas de desinterés.
—O-Oye, pero... ¿No esto es difícil de conseguir?
—Es obvio que lo es —Dijo Revali con disgusto— ¿De dónde la sacaste, caballerito?