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—Alfa, treinta y dos años, uno setenta y ocho, complexión robusta, con historial conflictivo y recientemente se descubrió que estaba conectado con la Yakuza. Se encontró muerto en un callejón de mala muerte cerca de la prefectura de Musutsfu. La causa de muerte se debe a la pérdida de sangre producto de las múltiples heridas infringidas por arma blanca.

Terminó el informe Naomasa, esperando la reacción del héroe clandestino. Aizawa repasó mentalmente el informe por segunda vez, notando el patrón de casos anteriores: alfas fuertes, jóvenes, inducidos al celo producto del celo omega, los cuerpos de las víctimas poseían la misma esencia omega. Un aroma dulce de rosas, caramelo y un toque de camelia.

Demasiado dulce para Aizawa, pero no podía descartar el atractivo del aroma en base a sus gustos personales, sobre todo cuando las feromonas omegas se potencializan durante el celo.

Es cierto que los alfas se vuelven más territoriales y agresivos cuando un omega está en celo, más peligrosos, pero también es cierto que se vuelven inestables y pierden gran parte de la racionalidad para dar entrada a los instintos, siendo un punto vulnerable.

Aizawa tenía tres teorías al respecto:

La primera sería suponer que alguien estaba induciendo constantemente a este omega al celo para dar caza a los alfas aprovechando su falta de raciocinio.

La segunda sería la réplica de feromonas omega para atraer a la víctima.

Y la tercera sería la aparición de un omega asesino en serie, algo que no se había visto antes (o al menos tener registros al respecto).

Aizawa esperaba internamente que la última opción no fuera la correcta, no porque no creería que algún omega fuera capaz de lastimar a un alfa, si no porque Aizawa sabía de lo que eran capaces los omega. Cómo héroe clandestino había visto muchas cosas, una de ellas fue como una madre omega desgarraba la garganta de un tipo que intentó abusar de su cachorro, tal vez Aizawa se tardó un poco en intervenir, pero cuando lo hizo también fue detectado como una amenaza, terminando con un brazo roto y de no ser por su entrenamiento y su voz alfa, posiblemente hubiera terminada como el muerto sobre un charco de sangre.

Los omegas eran peligrosos porque todo el mundo los subestima, porque eran criaturas naturalmente emocionales, gentiles y empáticas, porque eran más fáciles de dominar, pero aún siendo eso, eran capaces de dar la puñalada más feroz que Aizawa había visto.

Que aterrador. Un omega que pueda dominar su celo y no ser sometido con la voz alfa.

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Shoto contó hasta tres una vez más. Colgado desde un poste de luz gracias a el arma de captura de su sensei, estaba enfadado y el tiempo en la prueba se agotaba, cada segundo era valioso y por más que quisiera congelar el arma de captura, romperla y hacer una rampa de hielo para seguir, la imagen de Yaoyorozu tan insegura lo detenía.

Se había dado cuenta de las inseguridades de Yaoyorozu poco después de la formación de manada, en realidad todos lo habían notado y aunque trataron de ayudar diciendo en cada oportunidad lo inteligente y fuerte que es, no parecía funcionar. El límite de Shoto llegó en esta prueba, concentrado en vencer a su maestro no noto los constantes titubeos en su compañera, cómo temblaba al hablar o dar cualquier opinión. Shoto odio ver a Yaoyorozu de esa manera, ella es una persona increíble, más allá de su condición alfa, siempre fue amable con todos, la mejor en su clase y una líder nata.

Tal vez falle la prueba, pero su omega interno y él estaban de acuerdo en algo por primera vez: ayudar a quien consideraban una amiga.

—¡Todoroki-san!

La cabellera negra de su profesor captó su atención, se acercaba a toda velocidad.

—¡Oye, Aizawa-sensei viene!

Yaoyorozu entró en pánico ante el aviso, volteando hacia su profesor peligrosamente cerca.

—Tienes un plan ¿verdad? Lo siento, debí preguntarte si te parecía bien.

—Tu plan no funcionó ¿Cómo podría el mío?

—Está bien —Shoto habló, dejando a su omega tomar un poco de control para expresar de manera clara sus pensamientos —solo dilo, eres la más apta para esto. Cuando escogimos delegado tuviste dos votos, uno era mío, porque siempre pensé en que eras la más apropiada para esto.

El resto de la prueba fue un borrón de adrenalina, pasaron gracias a Yaoyorozu, su confianza no se restauró por esas simples palabras, pero Shoto pensó que era un buen inicio.

Su omega interno también estaba complacido, se sintió bien conectarse por un momento con él. Ahora la siguiente ronda sería de Uraraka y Aoyama, pensó en retirarse después de terminar la propia, pero su omega aclamo ver a los demás miembros de su manada salir victoriosos.


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—Creó que All Might se excedió.

Iida y Shoto asintieron en señal de acuerdo, toda la clase  había visto la batalla (o masacre) en la prueba de Midoriya y Bakugo, lo curioso fueron los instintos protectores de todos siendo activados. Varios incluso gruñeron.

Recovery Girl les explicó que al ser una manada, eso pasaría al ver a uno de los suyos en situaciones de peligro. La única razón por la que no salieron corriendo al ver la primera gota de sangre fue el reconocimiento de su profesor, alguien admirado por la manada.

Ahora todos estaban fuera de la enfermería esperando a ver a sus dos compañeros lesionados. All Might también estuvo ahí, pero se fue al ver las constantes miradas reprobatorias de todos los adolescentes, incluido Aizawa.

Los dedos de Shoto no dejaban de moverse por la espera, le preocupaban ambos, también le preocupaba llegar después de Endeavor y su omega estaba muy inquieto. Revisó su frasco de inhibidores en caso de ser necesarios, aún controlaba a su omega sin inconveniente, pero prefiere estar preparado.

—Pueden retirarse —anunció Aizawa, saliendo de la enfermería —están estables pero inconscientes. Me quedaré a vigilarlos.

Todos protestaron, sin embargo Aizawa fue firme ante su decisión, pronto fueron retirándose uno por uno, haciendo prometer a su profesor informarles de cualquier posible eventualidad.

Imperfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora