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Kaira estaba inspeccionando el calabozo en el que se encontraba, Astrid la habia dejado hace como 3 horas y no se pudo dormir, correccion, no dormiria en ese lugar.

Golpeaba un poco fuerte los barrotes mientras caminaba, hasta que dio con uno que estaba flojo, sonrio victoriosa, noto que la puerta del calabozo que estaba pegado al suyo estaba abierto. Saco del interior del pantalon de la parte del tobillo una cuchilla, le quito la funda y comenzo a quitar un pedazo de la viga de madera que sostenia el barrote, cuando saco un pedazo de madera, dejo el pedazo y la cuchilla en el suelo para jalar el barrote, cuando logro sacarlo de lugar lo coloco como estaba y coloco el pedazo de vuelta en la viga.
Sabia que no podia irse de esa isla ya que no tenia en que irse, pero sabia que vendrian por ella, tenia que ser paciente. Asi que guardo su cuchilla y se sento en el suelo y se mantuvo en silencio estando atenta a cualquier sonido.

Despues de unas 4 horas mas, los rayos de luz del sol entraron por la pequeña ventana con barrotes del calabozo. Empezo a escuchar el sonido de los vikingos, vikingas y dragones empezando el dia.

La puerta de la entrada del lugar de los calabozos se abre dejando entras la luz del sol. De las escaleras bajo Hipo que traia una manzana.

Hipp: hola -

Kaira se mantuvo callada.

Hipo: ¿ni siquiera un "hola"? -

Kaira: no -

Hipo: te traje esto, suponia que tendrias hambre - dejando la manzana en el suelo del interior del calabozo.

Kiara: ¿es una especie de soborno? -

Hipo: no, es que no sabia que si tenias hambre o no - rascandose la nuca.

Ella no dijo nada, solo se apoyo en la pared.

Hipo: ¿ahora si me diras tu nombre? - curioso

Kaira: ¿que te hace pensar eso? -

Hipo: solo pense que podrias decirmelo, pero ahora que me acuerdo tampoco sabes mi nombre, soy Hipo -

Kaira: ¿pregunte tu nombre? -

Hipo: ¿por que te pones a la defensiva? -

Kaira: no conozco a nadie en esta aldea ¿como no quieres que me ponga a la defensiva? -

Hipo se sento en el suelo.

Hipo: se que no es de mi incumbencia pero....¿realmente son morados tus ojos? -

Kaira: ¿quieres que me los arranque y te los dé para que tu mismo lo compruebes? -

Hipo: tranquila, solo preguntaba - alzando las manos - es que nunca vi  escuche de una persona que tuviera ese color de ojos -

Kaira: no me sorprende -

Hipo: ¿tus padres tambien tienen ojos morados? -

Kaira se tenso levemente junto con el sabor amargo en la boca ante la pregunta.

Kaira: nunca los conoci, ahora vivo con mi madre adoptiva -

Hipo: perdon por preguntar -

Kaira: ¿por que te disculpas?, si no los conoci, no puedo sentir nada por ellos -

Hipo solo la miro sorprendido y algo confundido.

Hipo: ¿acaso no sientes curiosidad de haberlos conocido? -

Kaira: ese no es tu asunto - dijo frunciendo en ceño.

Hipo: lo siento - bajando la vista.

Kaira: ¿me dejaras ir? -

Hipo: aun no -

En eso entra Bocon.

Bocon: hola intrusa - saludando - te necesitamos en la herreria Hipo - señalandolo como regaño.

Hipo: ya voy, lo siento - levantandose - vendre mas tarde -

Kaira: como si necesitara tu presencia aqui -

Hipo hizo un gesto de disgusto antes de salir junto a Bocon del lugar.

Kaira se acerco a la manzana, la miro con atencion buscando alguna señal de que le allan hecho algo, pero al no encontrar ninguna, la empezo a comer.

Despues de 2 horas, que a pesar del ruido que habia, logro escuchar como un suave canto, se paro rapidamente, se agarro de los barrotes de la ventana, estaba entre la aldea y el bosque.
Canto de la misma forma solo que un poco diferente. Tenia que actuar ya.

Quito el pedazo de madera para jalar el barrote y sacarlo del lugar, paso por el espacio que hizo entre los barrotes al calabozo de al lado y salir por la puerta de este, subio las escaleras y llego a la puerta del lugar, al notar que estaba cerrada con llave, saco de su otro tobillo una pequeña navaja, la metio en la cerradura para empezar a moverla de arriba hacia abajo y luego a los lados hasta que se abrio, guardo la navaja en su tobillo.

Salio despacio mirando que no alla nadie mirando, al ver que no habia nadie, salio despacio contra la pared de piedra y despues de alejarse lo suficiente de la vista de la aldea, empezo a correr hacia el bosque, habia explorado un poco el lugar antes de rescatar al bebe dragon.

Aumento la velocidad al ver que la arbolera empezaba a abrirse, empezo a sonreir victoriosa y empezar a sentir ese sentimiento de volver a casa.

Pero se le empezo a borrar esa sonrisa al escuchar algunos aleteos y escuchar voces a unos metros detras de ella. Miro por sobre su hombro sin dejar de correr y vio a los gemelos, Patan, Patapez, Astrid y a Hipo sobre sus dragones que esquivaban los arboles.

Kaira: genial - dijo sarcastica y frustrada.

Siguio corriendo hasta llegar al borde del acantilado, se giro para ver como los jinetes sobre sus dragones aterrizaban a unos metros de ella.

Hipo: alejate del acantilado ya - dijo calmado y algo serio.

Kaira solo saco de su traje una mascarilla de metal que tenia dos lazos a cada lado para colocarsela, la mascarilla le tapo la nariz y boca para atarlo firmemente detras de su cabeza. Una sonrisa bajo su mascarilla se formo, empezo a caminar hacia atras.

Hipo: ¡¡Espera no!! - dijo sorprendido y asustado al ver que se callo del acantiladro.

Todos se acercaron rapidamente al borde y al ver que ella caia, Hipo estaba por subirse en Chimuelo para salvarla, pero del mar salto un Shock Marino que atrapo a la castaña entre sus aletas para caer al agua. Cuando emergieron del agua, Kaira estaba sobre el dragon acuatico agarrandolo de las puas dorsales, ella los volteo a ver y se despidio de ellos con la mano para que el Shock se sumergiera en el agua con ella encima desapareciendo de la vista de los jinetes que aun estaban impactados con lo sucedido.

Brutacio: ¡¿que demonios acaba de pasar?! - agarrandose la cabeza

Brutilda: pasa que esa chica esta loca - dijo aun impactada.

Astrid: ¿como supo que el Shock Marino la estaba esperandola? - curiosa aunque aun sorprendida de que la castaña se lanzara de esa forma.

Hipo: no tengo idea - sin saber que decir.

Los dragones se miraron entre si, habian detectado diferentes aromas de distintos dragones en ella, se habian sentido comodos y tranquilos con la presencia de la castaña, pero no solo eso, que cuando vieron sus ojos algo les hizo sentir que de alguna forma ella era en parte como ellos.

ALMA DE DRAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora