08

10.8K 692 301
                                    

MARATÓN 2/?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MARATÓN 2/?

CAPÍTULO OCHO

Agarré mi maleta, me despedí de mis compañeros y caminé fuera del aeropuerto buscando mi camioneta con la mirada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Agarré mi maleta, me despedí de mis compañeros y caminé fuera del aeropuerto buscando mi camioneta con la mirada. No tardé nada en encontrar al chofer de pie a un lado de mi Range Rover negra, esperándome para llevarme a casa.

Había estado dos días fuera porque tuvimos que jugar de visitantes contra el Chateauroux. Por suerte, volvimos a París después del partido. No soportaba más quedarme en el hotel, prefería mil veces dormir en mi cama.

El viaje hacia mi casa duró casi una hora, afuera la noche parisina se cernía sobre los edificios, regalándome una vista única. En algún otro momento quizás la hubiera disfrutado, pero ahora lo único que quería era taparme hasta la cabeza y dormir.

El chofer estacionó el auto frente al porche, esperó a que yo bajara y tuviera mi maleta, para después dirigirse al estacionamiento subterráneo. Entré a casa haciendo el menor ruido posible, eran casi las once de la noche y suponía que todos estarían durmiendo ya.

Sin embargo, lo primero que vi al estar en la sala, fue a Sara y Emma durmiendo en el sofá con la televisión prendida y una película de Disney que no habían terminado de mirar.

Sonreí, mordiéndome el labio inferior, enternecido con aquella escena. Cualquiera de las dos era adorable, tanto la niña que ya se había ganado mi corazón completamente, como su hermana que aún me repelía como si fuera un bicho.

Dejé la maleta a un lado y me acerqué a ellas, tomando a Emma entre mis brazos para llevarla a su habitación. La acosté sobre la cama, dejé un beso en su frente y salí de allí en busca de su hermana mayor.

No podía negar que era una mujer linda. Si las circunstancias fueran otras yo hubiera aprovechado cualquier momento para estar con ella, para ganarme un beso y para terminar en su cama. Pero por alguna razón, con Sara no podía.

Era demasiado inocente, muy despistada. En el tiempo que llevaba viviendo acá ya me había roto tres jarrones y un portarretrato. Paula estaba a nada de matarla, simplemente no lo hacía porque se había dado cuenta de que yo le tenía mucho cariño a ambas.

𝗙𝗮𝗺𝗲 | 𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora