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Tal vez se quedó demasiado tiempo mirando los ojos brillantes de Taeyong al probar el Latte Vainilla por primera vez, pero ahora mismo no podía despegar sus ojos de los contrarios, eran tan bonitos y grandes, con esas pestañas rizadas y largas y aquellas pequeñas arruguitas que aparecían al sonreir Taeyong.

Sungchan estaba jugando con su teléfono mientras comía un par de galletas y tomaba leche con chocolate caliente, demasiado ensimismado en su juego que no era capaz de ver lo que pasaba entre sus dos hyungs.

"No me... mires así", habló Taeyong avergonzado, con esas mejillas sonrojadas y tomando otro sorbo de aquel café con suavidad, dejando un pequeño rastro de crema en su labio superior que limpió con su lengua mientras pestañeaba nervioso ante Jaehyun.

"Perdón, ¿te incomodé, hyung?", Jaehyun se alejó al procesar aquello que le dijo Taeyong y luego de ver su rosada lengua pasar por su labio, sacudiendo la cabeza y virando hacia su americano.

A Jaehyun no le gustaban demasiado las cosas dulces, le hostigaban y daban dolor de estómago cuando comia demasiadas, prefería las cosas saladas o amargas y casi ni comía azúcar. Y Taeyong era todo lo contrario a él, Taeyong amaba el azúcar y las cosas dulces, lo notó cuando pidió el Latte Vainilla y añadió dos cucharaditas de azúcar extra, Jaehyun seguramente moriría bebiendo aquello pero Taeyong parecía gustoso y feliz, y si lo estaba, a Jaehyun no le importaría morir por sobredosis de azúcar.

Ya entendía de donde había sacado Taeyong esas mejillas de algodón y esa actitud tan suave y dulce, Taeyong era un dulcecito de azúcar que cualquiera querría comerse.

Taeyong hizo inconscientemente un mohín al ya no tener toda la atención de Jaehyun encima suyo. Le gustaba tenerla aunque el menor a veces le miraba como si le fuese a besar, y vamos, que no le molestaba para nada esa mirada pero tenía un poquitín de miedo aún así, aunque al parecer, el peliazul le había malinterpretado.

"No es eso, Jaehyun-ah", intentó tranquilizar la situación antes de que se volviese incómoda, y arrugó la nariz al ver a Jaehyun darle un sorbo a su café y mirar al perdido Sungchan jugar con una galleta en la boca.

Taeyong le miró por un par de segundos más, antes de bajar la mirada a su mano libre en su regazo y la de Jaehyun situada a un costado de su pierna sin llegarla a tocar. Volvió a mirar al peliazul, sonrojándose cuando vió esos orbes observarle de reojo y apartándose con la cara caliente y los labios apretados. Y suavemente fue dejando caer su mano por su pierna, avergonzado y buscando con las yemas de sus dedos la caliente mano de Jaehyun.

Cuando la sintió, una pequeña corriente le recorrió el brazo de una forma agradable, y escabulló un par de dedos por debajo de la mano de Jaehyun, soltando una pequeña sonrisa cuando sintió los tibios y delgados dedos del menor moverse y entrelazar sus dedos suavemente con los contrarios en una suave caricia. Jaehyun dio un apretón lleno de afecto, sintiendo sus manos acopladas como piezas de rompecabezas de forma tierna y especial.

"Solo... me pone nervioso", explicó con una risita mientras se limpiaba los labios con una servilleta y miraba a Jaehyun suspirando suavemente. El aliento de Taeyong le chocó en las mejillas al peliazul, quien no pudo evitar correrse un poco más cerca del pelirosa e invadir su espacio personal para acercarse a su rostro. "M-me hace querer...", dejó la frase flotando, tragando saliva al ver a Jaehyun recorriendo el bonito rostro de Taeyong sin expresión alguna.

"¿Besarme?", preguntó curioso, sintiendo los dedos de Taeyong temblar bajo su palma suavemente, y él los entrelazó más fuerte, sin cortar contacto con los brillantes y avellanados írises de Taeyong mientras volvía a acercarse, no lo suficiente para tocar sus narices, pero si para sentir la suave respiración tíbia de la nariz de Taeyong. Jaehyun bajó sus ojos hacia los labios del contrario, se veían brillantes por lo mucho que se los relamía y Jaehyun notó pequeñas costritas en estos, intuyendo que Taeyong se los mordía como mal hábito, pero aún así se veían jugosos y apetecibles para él, ansiaba sentirlos y probarlos, succionarlos y jugar con ellos, "Porque yo si jodidamente quiero besarte, hyung"

Kindergarten boy; JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora