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"¿Cómo está él?", preguntó Jaehyun, la preocupación latente en su tono de voz al llegar frente a su madre dentro de la clínica.

La mayoría de la gente le conocía allí por las miles de veces que había ido y lo mucho que su madre hablaba de él, por lo que no le fue difícil entrar a categorización y de allí a los boxs de urgencias sin el permiso al decir que era hijo de la enfermera Jung.

"Sungchan está bien, tiene gastroenteritis porque ayer comió demasiadas cosas y su estomaguito no lo aguantó", murmuró su mamá, luciendo agotada, Jaehyun haciendo una mueca porque la gastroenteritis era fea, y su pequeño hermanito debía estar sufriendo mucho dolor en su pequeña pancita, "Ahora se durmió luego de un calmante porque no dejaba de llorar buscándote, y le dejé con suero en intravenosa para que no se deshidrate"

Abriendo la puerta del box, Jaehyun quiso llorar al ver a su pequeñito hermano hecho bolita en aquella camilla, dormido y con el brazo derecho estirado con una aguja conectada a suero. Estaba pálido y se notaba cansado con un puchero en sus labios, los ojitos hinchados por el llanto. Jaehyun quería sacar a Sungchan de ese lugar y llevarlo a casa, arroparlo en su pequeña cama con sábanas de superhéroe y acostarse con él para que se sintiese mejor.

Pasando a la sala, se sentó en la silla al lado de la camilla, y pasó suavemente su gigante mano por los cabellos suaves de Sungchan intentando no despertarle. La naricita de Sungchan se movió ante el tacto, arrugándose de forma adorable que enterneció a Jaehyun.

"¿Puedes quedarte con él? Quiero ir a robar a la farmacia de la clínica los medicamentos antes de que despierte, no pienso pagar en otro lugar", Jaehyun soltó una risita ante lo tacaña que era su madre, pero asintió sin alejar su vista de las mejillas de Sungchan.

Sintió un beso en su cabeza y una caricia en su oreja de parte de la mujer, las pisadas cortas dispuestas a salir del box y dejar a ambos hermanos solos en silencio, pero escuchó una pequeña exhalación.

"Taeyong-ah, no pensé que vendrías", Jaehyun alzó la mirada hacia la puerta corrediza, sonriendo en grande cuando Taeyong se topó con su madre y sus mejillas se tiñeron de rojo en vergüenza.

Taeyong se veía precioso, el cabello peinado hacia abajo con algo de volumen como un honguito y traía lentillas azules el día de hoy que resaltaban su tez lisa y blanca, con una chaqueta de mezclilla y una gruesa sudadera negra debajo. Cuando Jaehyun le vio a primera hora de la mañana al pasarle a buscar a su departamento se le fue imposible no meterse a este para robarle un par de besos acalorados mientras Sungchan dormitaba en el auto. Luego Taeyong le regañó por inconsciente de que a Sungchan pudo haberle pasado algo, pero Jaehyun estaba feliz con los labios hinchados de tanto haberle besado.

"Uh- yo estaba preocupado por Taeyong, señora Jung, así que vine con Jaehyun-ah, espero no le moleste", murmuró el castaño, bajando la mirada.

Una baja carcajada se escuchó de parte de la mujer, antes de hacerse a un costado de la puerta del box para darle espacio a Taeyong y que pasase, el castaño haciéndolo con los labios apretados antes de situarse al lado de Jaehyun quien lo miraba enamorado.

"¿Como me va a molestar que vengas, Taeyong?", preguntó con obviedad la mamá de Jaehyun, dándose vuelta y saliendo del box para mirarles, "Adoro que te preocupes y ames tanto a mis dos hijos, así que no debes ponerte tímido conmigo"

Y luego de eso, la señora Jung se marchó, cerrando la puerta corrediza del box y dejando a la pareja parada al lado de la camilla del dormido bebé.

Taeyong estaba más avergonzado que antes por lo último que dijo la mujer, por lo que no fue capaz de elevar su mirada hacia su casi novio y se fijó en los deditos de la mano libre de Sungchan apretarse en un puñito. Pero Jaehyun no le permitió derretirse de amor con esa vista al tomar su mentón y elevar su rostro para finalmente conectar sus orbes con los contrarios. Esos bonitos ojos  de Jaehyun que le gustaba mirar cuando se reía porque se achinaban como alcancía y era adorable, aparte de esa sonrisa brillante y reluciente, y esa bonita nariz respingada que Taeyong a veces besaba cuando veía a Jaehyun distraído.

Kindergarten boy; JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora