Capitulo III: La Bestia del Templo de Antropodés.

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->Último reto: Vence al minotauro -las voces de las hermanas del destino aparecieron de repente, y del mismo modo desapareció...

Era tal como Lea lo haba visto ilustrado en sus libros. Cabeza de toro, cuerpo de hombre. Eran gigante, más alto que Hagrid, un amigo del mundo mágico. Con músculos súper desarrollados tanto en su torso como en sus brazos, donde en sus grandes manos velludas cargaba una inmensa y pesada hacha de acero, que por cierto, se veía usada -por la sangre-.

La bestia rugía furiosa y alzaba su arma señalando con júbilo que los eliminaría...

->Amooo... -Bash ya estaba entrando en pánico y temblaba.

->Bueno... -Lea se despabiló y puso una postura pensativa, se le había ocurrido algo- Como ya no hacen falta las presentaciones... ¡¡CORRAN!! -salió disparada hacia la selva, muy seguida del caballo alado.

Al adentrase en la molesta espesura de la floresta, sentían como si corrieran más lento a medida que unos grandes pasos destructivos los alcanzaban...

Lea debía hacer algo, pero primero que nada debía estar solo para enfrentar al mastodonte.

->Odín, vete de aquí con Bash -ordeno.

El granian dudo, no quería dejar a su dueña a su suerte y Bash tampoco quería hacerlo, pero con un fuerte estruendo de un árbol derrumbándose hizo que en medio del susto del caballo alado se impulsara en el aire. Ambas criaturas mágicas al encontrarse a varios metros sobre la selva, se dedicaron a buscar a su dueña entre la jungla verde...

Mientras Lea, a sabiendas que no dudaría mucho a ese paso, acelero su velocidad. Algo bueno había aprendido al estar varios meses conviviendo con bestias mágicas, si tu oponente era más grande y fuerte que tú, tú deberás ser más astuto y veloz que él...

Corrió en zigzag e hizo varias técnicas de alunizaje, le iba muy bien hasta que un inconveniente le hizo detenerse abruptamente. Un gran risco de gran anchura se alzaba hasta la próxima tierra firme que se hallaba al otro lado.

La bestia no duro mucho en aparecer detrás de ella. "Estupendo", mascullo la pequeña.

Con un rugido, el minotauro le tiro un hachazo a la muchacha, quien lo esquivo ágilmente, el golpe fue tan fuerte que hizo crujir severamente el suelo. Ya estaba claro que si uno de sus golpes le daba, estaría muerta...

Trato de huir del gigante, pero lo único que consiguió, fue un hacha voladora que estuvo a un pelo de arrancarle la cabeza. La adrenalina ya se sentía en sus venas casi explotando de ansiedad. Lo bueno era que ya había desarmado a la bestia sin proponérselo.

Muy enojado, el minotauro se acercó hacia la niña con claras intenciones de matarla allí mismo... Ella fue más inteligente, le confundió escondiéndose entre sus pies, haciéndole tener serios problemas para atrápala sin golpearse así mismo.

Todo iba bien para Lea, hasta que la bestia por fin la atrapo. Sintiendo el olor entre mezclado de sangre y sudor al estar en sus manos grasosas, la bestia la estrujó, mientras Lea aguantaba un grito de dolor, pensando ya que sería ya su final. Pero de un momento a otro se sintió expulsada por el aire...

La había estampado hacia los arboles como a una bola de beisbol. Con esto, la infanta gano unas costillas rotas y rasguños y cortes por todo el cuerpo. Ya muy débil, trato de levantarse muy lentamente.

 La bestia ya venía hacia ella para dar su golpe final...

¿La mataba y ya?, ¿Ese era su fin?, ¿Todo lo que había hecho y sufrido quedaría así?, ¿En nada?

Aquello le sirvió como combustible para ponerse en pie y correr hacia donde había fijado su vista antes que el minotauro la atrapara. Un puente. Si, ya tenía de verdad un plan.

Con la respiración agitada, con el corazón a mil, con la desesperación de poder hacer algo para sobrevivir... Lea logro llegar al puente de piedra que la guiaba al final de la gran prueba.

Comenzó a caminar lento cuando ya le faltaba el aire, quedándose casi al desenlace del puente. Tosió fuerte antes de mirar al principio y allí estaba la bestia, corriendo hacia ella...

Volvió a toser al estar al término del cruce, esta vez salió de su boca un buen chorro de sangre, algo debió haberle roto cuando la exprimió.

->Reducto... -susurro mientras un hilo de sangre salía de sus labios.

El minotauro, quien gritaba eufórico hacia su encuentro se detuvo inmediatamente, quedando a mitad de camino, presintiendo que algo estaba pasando... No se equivocaba, con un ligero temblor, poco a poco el puente comenzó a crujir...

Lea había ocupado su último intento magia para eliminar a la bestia...

->Bien hecho, le has matado -aparecieron las hermanas del destino mientras la pequeña veía como la edificación de piedra se desmoronaba poco a poco- Haz aprobado nuestra prueba...

La pequeña no siguió escuchándolas, "Lo  iba a matar, POR DIOS, ¡YO!, ¡Yo le voy a matar!", pensaba horrorizada al ver como el minotauro desesperado por su vida trataba de llegar a la orilla por donde había venido, pero era demasiado tarde... Todo fue en unos segundos.

Prácticamente el puente se explotó en pedazos, y el minotauro impulsado en el aire, comenzó a bajar  hacia una muerte segura. Al igual de rápido como desapareció el cruce, fue como unas lianas aparecieron de la nada y sujetaron a la bestia, salvándole de su destino...

-> ¡¿Pero qué haces?! -se exaspero Nazira- ¡Debes matarlo!

->Ustedes dijeron que debía vencerle y lo hice, pero nunca especificaron que debía asesinarle -explico la infanta haciendo fuerza con sus manos, reteniendo el peso del minotauro desde el otro extremo- Y yo no soy una asesina -con un grito de esfuerzo logro levantar al mastodonte y comenzó a subirlo con las lianas.

Nazira estaba furiosa y decepcionada.

->Buen punto, muchacha -estuvo de acuerdo Zanira, haciendo que la de ojos rojos se quedara callara- Lo tendremos en cuenta... Tu caballo alado te guiara hasta la salida de este lugar. Hasta nunca, mortal -y desaparecieron. "Ultimas virtudes: la valentía y la piedad. Primera vez que veo 4 virtudes", fueron sus pensamientos al desaparecer...

Con un esfuerzo sobrenatural logro dejar a la bestia en el otro lado sana y salva. Este se despertó confuso, creyendo que estaba muerto y luego miro hacia el otro lado y vio a su contrincante, que estaba débil, sucio y exhausto. Le hizo una pequeña reverencia en honor a su deuda por su vida a la niña y se internó en la selva.

En cambio, para Lea todo había empeorado; sus piernas apenas la podían mantener en pie, con sus manos se aferró a su cuerpo, como si eso la sanara, su visión se tornó muy borrosa y su respiración era cada vez más desenfrenada... Estaba empeorando su salud.

Volvió a toser sangre, esta vez ya estaba rendida, ya no sabía que más hacer y sin darse cuenta...

Cayó por el acantilado...

Después de eso Lea solo recuerda que todo se oscureció...

No pudo ver que Odín y Bash la salvarían de una horrible caída, y ellos, muy preocupados, se dirigieron al portal final que los llevarían de nuevo a los bosques canadienses. Pero la diferencia era... que ahora estaban en el mundo espiritual...

Vieron que alguien le hacía señas y ellos se dirigiendo allí, aterrizando y las criaturas vieron a una anciana, vestida de azul y pieles grises, con claras tendencias nativas de la región. La gran sabia se acercó al granian a paso lento, viendo de cerca a los intrusos, un caballo alado, un crup y... Paro en seco al ver como unos hilos de sangre rodeando el lomo del granian, goteando hasta el suelo, el felpudo también tenía sangre en las manos y torso. Casi se le fue el aliento al reconocer la cabellera de la niña, quien yacía inconsciente en el regazo del granian.

Sin dudarlo, la señora los llevo de inmediato con la curandera de la tribu, se veía muy grave la pequeña...

Harry Potter y la Heredera de la Magia de Merlín B2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora