Estaba, de vuelta en los viajes que hacía, pero ahora con 2 objetivos. Derrotar al ser que arruino mi infancia y recolectar los fragmentos de Shikon.
Estaba apenas 10 días en el viaje, estaba en una cueva durmiendo, mi cabello estaba de un color castaño oscuro, tenía dos cintas cían que usaba mi madre en mi cabello de pequeña sujetando dos mechones por los costados de mi cara y mis ojos eran azul negruzco, al ser luna nueva era una humana como muchos hanyous. Me convertía en apariencia humana, pero mi olfato, oído y velocidad no disminuía. En esta fecha no podía descansar tranquilamente por estar atenta si atacaba algún demonio.
Mi sensible olfato capto un olor desagradable para mi gusto, si mis oídos no me engañaban estaba corriendo por el bosque.
- Akemi, Akemi despierta- le susurre moviendola levemente, estaba recostada en mi hombro.
-Que sucede...-Pregunto aún somnolienta.
-Naraku, está cerca y...- una gran explosión a lo lejos me interrumpió, tomé a mi hermana y empecé a correr hacia allá.
-Agujero negro!!- Escuche a lo lejos, reconocí es voz, era el monje mujeriego.
-Naraku!!- Al acercarme vi a Kagome disparando una flecha al medio demonio-araña, claro que él era de otro origen al mío. Le disparo otra vez más y Naraku empezó a transformarse a la araña gigante que vi en mi infancia.
-Kagome!! Al suelo!!- Grite acercándome a ella y cubriéndola de la explosión que causo con su transformación. Pero fue tan fuerte que nos hizo literalmente ¨volar¨ por suerte apareció Shippo que convertido nos atrapo.
-Hikari!! Akemi!! Que hacen aquí!!- Preguntaron.
- Y porque tienes el cabello y ojos así?- Pregunto Shippo
-Pues que más? Matar a él ser que arruino mi vida y bueno lo de mi cabello es normal en estas noches y las de luna llena- Dije creando un arco de luz y disparar, ignorando la pregunta obvia de Shippo.
-Le pasa lo mismo que a Inuyasha- Pensó Kagome
-Que te hizo él? nos ha hecho mucho daño, pero en especial a Sango, Miroku e Inuyasha - Dijo la joven sacerdotisa vigilando a la Taijiya y al monje, ya que hicieron de nuevo esa escena en la cabaña de Kaede.
-Hablemos de eso después, si? Hay que acabarlo pronto- Dije con una sonrisa maliciosa, provocando miedo en Akemi y Shippo.- Eh... Y donde esta Inuyasha?- Pregunte inconscientemente.
-Emh... Creo que será mejor que no lo sepas- Balbuceo Kagome
-Eh? Porque no?- Pregunto sorprendido Shippo. Dejo de hablar y empezó a gritar con Kagome ya que Naraku venía a toda velocidad siguiéndonos en el centro de la laguna había un pequeño santuario, el cual destruyó el demonio-araña cuando el sol empezaba a salir.
-Inuyasha... Inuyasha!!- Grito Kagome desesperada, estaba hay dentro sin luchar? O es que... Estaba como humano?... Sentí una gran ansiedad y mire mis manos. Las garras crecían y mi cabello se tornaba celeste, me quite las cintas ya que con mi estado hanyou no era necesario sostener el cabello en mi cara.
Al fijar mi vista vi unas orejas moverse y la figura de Inuyasha, estaba vivo, eso me tranquilizó sin saber porque.
-Perdona haberte echo esperar, Naraku- Dijo con una sonrisa arrogante.-Maldito, pagaras por todo lo que has hecho!!- Grito corriendo hacia el con su espada.- Viento cortante!!- Grito y un gran ataque se dirigió hacía Naraku.
Se regenero y volvió a ser el de antes, yo baje de un salto de Shippo y quede atrás de su espalda, desvaine mi espada, la cual se transformó y la dirigí hacía el demonio.
-Inuyasha no te metas en esto!!Vengare la muerte de mis padres!!- Grite atacando a Naraku, el cual me miro sorprendido.- Ráfaga de Luz!!- Grite, un montón de cuchillas brillantes se dirigieron hacia él y lo cortaron en pedazos. Esos trozos se empezaron a agrupar cerca de mí y de Inuyasha, envolviéndonos con su cuerpo repugnante.
-Pronto serás parte de mí, Inuyasha- Le dijo Naraku.
-Aparta tu asqueroso cuerpo de mí!!- Grito y cortándolo con su espada se liberó.
-Miren a quien tenemos aquí, La hija de la sacerdotisa Yuzuki y el monje Hiroshi. Vienes a vengar la muerte de tus padres?- Dijo haciéndome lo mismo que a Inuyasha.
-Ni creas que te escaparas de esta, me oíste!!- Le grité y con todo el rencor que le guardaba lo corté.
-Intentare un nuevo ataque- Balbucee, pero Inuyasha logro escuchar.-Kagome!! Lanza una de tus flechas!!- Le grite, ella hizo lo que le pedí y tensó el arco.
-Allá va!!- Grito y lanzo la flecha.
Enfoque mi espada para que se viera el reflejo del sol en ella, al lograrlo la luz la dirigí a Naraku el cual me veía con una sonrisa cínica.-Explosión solar!!- Grite agitando mi espada, una gran esfera de luz se lanzó hacia Naraku, la cual se fusiono con la flecha adquiriendo más poder. Pero justo en ese momento Inuyasha lanzó otra vez su ataque, el cual se unió y luego una gran explosión nos envolvió; Me cubrí con mi haori y entrecerré los ojos por la fuerte luz.
La luz desapareció y solo dejo un fragmento, como Kagome todavía estaba cegada por la luz me acerque y lo tome, lo puse en una caja decorada con mi otro fragmento. Empecé a caminar alejándome, mi venganza estaba completa.
-Hikari espera!!- Me gritó Shippo acercándose.
-Que quieres enano?- Pregunte con mi aire de superioridad.
-Viajarías con nosotros?- Pregunto inocentemente.
-No quiero estar cerca de ese monje- Dije recordando lo que paso con Kaede, haciéndome sonrojar.
-Solo seremos Inuyasha, Kagome y yo-Dijo con ojos de perro degollado.
-De acuerdo!!- Grito Akemi,¡¡ yo no había opinado!!.
-Fhe!!- Dije empezando a caminar- Van a venir o no!!- Grite al ver que ninguno me seguía y estaban mirando sorprendidos la mano del monje, y yo estaba como excluida.
-Eh!! Préstenme atención!!- Grite desesperada.
-Hikari, podrías esperarte un poco? Están haciendo... eh... No sé qué cosa, ven la mano del monje?- Hablo mi hermanita.
-Ya vamos Hikari!!- Grito Kagome siguiéndome junto a Shippo en sus brazos.
-Al fin, me estaba desesperando- Dije empezando a caminar con mis manos dentro de mi haori
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Inuyasha y la hanyou (CORRIGIENDO ERRORES)
Fiksi PenggemarHola, soy Hikari Hotaru y tengo 16 años. Tengo unos ojos color ámbar, cabello de color del celeste con reflejos plateados, una figura envidiable para cualquier mujer y sé que sonara raro, pero tengo unas orejas de perro negras. Una extraña luz, me s...