Capítulo 21

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Narra Alai.

Estar sola en mi apartamento era raro. Me sentía triste la mayoría del tiempo y odiaba tomar vino sin nadie que me acompañe. Extrañaba a Benja. Su compañía, nuestras charlas sobre libros, las noches de insomnio que jugábamos a la play, comer juntos… Me dolía estar sola. Terminé de editar el capítulo tres de la novela justo cuando sonó el timbre.

—¡Traje todo para nuestra clase de yoga! —Exclamó Alba cuando cruzó la puerta.
—Yo si que traje cosas para hacer yoga, Alba trajo vino —Me comunicó Julia.
—¿Pero en serio íbamos a hacer yoga? —Preguntó Euge mientras dejaba una bolsa en la mesada —Yo pensaba que era una forma en clave de decir que íbamos a hartarnos a comer helado y beber —. Empezó a hacer hueco en mi congelador para meter las tarrinas de helado.
—¡El yoga es buenísimo para la ansiedad de Alai! —Exclamó Julia y suspiró.
—El vino y el helado también —. Sonreí y la abracé.
—Ustedes hagan yoga, nosotras preparamos unos tragos —Nos dijo Euge mientras abrazaba a Alba.

Julia puso las esterillas en el suelo y mirando unos videos de YouTube, intentamos hacer una clase, aunque sin éxito, porque las otras dos no paraban de reír y chusmear.

—Se va mañana Delfina —Escuché como le contaba Euge.
—¿Mañana? —Le pregunté cuando me levanté y fui a servirme una copa de vino —Pobre Benja, para una vez que una le gusta enserio…
—Ahora se va solo un mes, después vuelve, se queda tres meses y ya cuando se vuelve a ir se va un año. Así que todavía está a tiempo de ver que pasa con ella.
—A lo mejor se va con ella —. Dijo Alba.
—Si Lucas no estuviera internado, seguro que se iba. Se nota que le gusta —. Añadió Julia.
—Está necesitado de amor, mi hermanito va de duro pero es muy sensible.
—Ojalá funcionen las cosas entre ellos —. Dije con sinceridad —Se lo merece.
—¡Ahora ya lo querés! —Exclamó Euge.
—Tampoco te pases pero si, este tiempo me sirvió para cambiar mi opinión sobre él y conocer al verdadero Benjamín.

Benja se había vuelto un amigo, todo lo que creía de él antes de esto se había esfumado y había conocido a una gran persona.
Mientras mirábamos comedias románticas, seguíamos comiendo helado y bebiendo vino. Me reía a carcajadas con mis amigas, aún con culpa, pero era algo que necesitaba.
Se quedaron todas dormidas después de cenar mexicano, así que recogí un poco y me fui a encerrar al baño para llorar. Era algo que se había vuelto necesario en mi vida, llorar todos los días.

—¿Estás ocupado? —Le pregunté a Benja cuando me atendió.
—No, tranquila —. Contestó bajito —. Salí de la habitación porque Delfi está durmiendo ¿Todo bien?
—Si, Euge nos contó que se va.
—Si, su vuelo sale en unas horas así que la llevaré al aeropuerto.
—¿Qué vas a hacer?
—¿Con qué?
—Con lo que hay entre ustedes.
—Seguiremos hablando y esperaré a que vuelva, después, ya veremos… Lucas me necesita.
—Yo también te necesito…
—¿Estás bien?
—Hoy se quedaron las chicas en casa pero te extraño… Me di cuenta de que no me gusta estar sola.
—Podés volver a mi casa cuando quieras.
—No, tengo que acostumbrarme, pero puede que te llame todas las noches a partir de hoy —Reí.
—Esperaré todas las noches tu llamada entonces.
—Gracias por hablar conmigo. Buenas noches.
—Buenas noches, La.

🌙🌙🌙

Narra Alai.

Llegó el fin de semana y todos nuestros amigos tenían planes con sus parejas o estaban hasta arriba de trabajo. Así que llamé a Benja para pasar estos días juntos en Mardel.

—Tengo todo lo necesario para el viaje —Le conté cuando paró enfrente de mi casa y él se bajó del coche para ayudarme a meter mis cosas en el maletero.
—Yo traje la música espero que traigas la comida —. Sonrió y nos subimos al coche.

Benja me había echo escuchar de The Kooks, hace un tiempo, y me volví fan, así que cantamos todas sus canciones en el camino.
También le hice un par de tests de Internet, sobre su personalidad y la compatibilidad de los signos.

—Ella es acuario y vos virgo... —Leí para mis adentros —. Bueno, esto es una boludez, mejor miro otra cosa.
—¡Ahora contame! —Se rió —. No me importa lo que diga, ya sé que no tiene validez —. Sonrió.
—Dice que no llegará a buen puerto la relación, que no hay suficiente pasión pero que pueden entablar una buena amistad. También pone que a vos te cuesta enamorarte mientras que ella es más enamoradiza y no duda en buscar al hombre de su vida, pero que virgo no lo es —Reí.
—Condenados al fracaso, tendré que mirar la compatibilidad de los signos antes de empezar algo con una chica —. Soltó una carcajada —¿Y vos con Lucas?
—Es el mismo signo que vos, la verdad nunca vi como se lleva virgo con libra —. Empecé a leer. —Dice que buena comunicación y buen sexo. Aunque somos signos que son poco compatibles, pero virgo cae rendido al los encantos de libra al primer instante —. Le leí y me reí porque recordé cuando tanto él como Lucas querían mi número de teléfono aquella noche.
—¡Ahí acierta! Sos magnética —. Me guiñó un ojo y noté como me ponía roja de la vergüenza —. Igualmente todas las relaciones son un trabajo constante y aprendijaze. Compartir tu vida con alguien es un camino lento.
—¿Que sentís por Delfi?
—Me gusta... Mucho más de lo que imaginé.
—¿La extrañás? Ya se fue hace unos pocos días...
—Hablamos todos los días, así que no mucho, al menos por ahora.
—¿No pensaste en irte con ella?
—Me lo ofreció, pero no podía irme...
—Lucas va a seguir estando igual, yo cada día que pasa, tengo menos fe...
—No pienso irme, no mientras siga en esa cama.

Cuando llegamos dejamos las cosas en mi casa, y después fuimos a comprar bebidas frías y comida para meter en la cesta y hacer un picnic en la playa.

—Empecé a leer el libro que me pasaste —Me contó mientras me servía cerveza.
—¿Muchas vidas, muchos maestros?
—Ese mismo. Es interesante, aunque sólo lo mires como ficción pero es impresionante si crees que puede ser real.
—¿No crees que después de morir puedas vivir en otro cuerpo?
—Yo creo que me muero y se acabó todo. No pienso en lo que habrá después.
—Yo espero que haya algo... Algo lindo —. Di un trago, comi unos cachitos de queso y me quedé mirando el mar.
—Tenemos unas vidas largas y llenas de momentos, morir es como un sueño eterno.
—Puede ser, pero ojalá no. No me gustaría ser un fantasma y estar alrededor de mis seres queridos viendo como siguen sus vidas sin mi pero si nacer en otra familia, ser de otra manera, vivir distinto... Aunque dicen que los lazos con las personas que queremos pueden ser muy fuertes y te encontrás en esas otras vidas. Por ejemplo en el amor, hay creencias de que los lazos del amor son tan mágicos, que en todas las vidas que existan se van a unir las mismas almas enamoradas.

Se quedó en silencio, notaba como me miraba así que lo miré yo también y me sonrió.

—¿Un chapuzón? —Se levantó, se quitó la camiseta y empezó a desabrocharse el pantalón.
—¡Ni loca! —Exclamé —. Debe estar helada.
—¡Vamos! —Se lanzó hacia mi y me levantó.

Intentaba soltarme pero me tenía bien agarrada, fue corriendo por la playa hasta que llegó al agua y nos metió dentro. Estaba con toda la ropa mojada y encima no hacía pie, así qué me sujetó con fuerza de la cintura cuando empecé a quejarme.

—Te dije que iba a estar helada —. Estaba temblando y a muy pocos centímetros de su cara, algo que me estaba poniendo nerviosa.
—Me gusta compartir tiempo con vos. Me hace sentir mejor —. Sujetó mi cara con la mano que le quedaba libre, se acercó despacio y me dio un fuerte beso en la mejilla. Me sorprendió pero me tembló todo el cuerpo y no tenia tan claro que fuera por el frío.

 Me sorprendió pero me tembló todo el cuerpo y no tenia tan claro que fuera por el frío

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