Capítulo 5: R E I A B, Y B E I A R.

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Lentamente abrió los ojos con dolor. No podía ver nada más que un paisaje blanco borroso, y una mancha negra. Identificó rápidamente que era esa mancha negra, era su casa.

Habían pasado más de diez años desde aquel colapso emocional, dónde el estrés afecto a su cuerpo. Cuando despertó aquel día, estaba realmente flaca, de su ojo izquierdo la sangre desbordaba mientras se iba secando. La mierda y la orina salió de ella cuando quedó inconsciente. Sí, todo aquello fue un espectáculo de mierda. Algo demasiado asqueroso tanto como para la vista como para el olfato. ¿Cómo sobrevivió? No lo sabe, es un gran misterio.

Roxana se levantó, al parecer se había vuelto a desmayar. Le ocurría mucho, y más cuando cumplió los 11 años de edad. Lleva con los desmayos más de 4 años. En estos momentos tenía 15, y ya mero cumpliría los 16. Si que el tiempo fue muy rápido, demasiado. Todavía puede recordar todo lo que sucedió como si fuera ayer.

Comenzó a caminar lentamente. Dando un paso y luego otro, manteniendo el equilibrio para no caer. La nieve es fría, muy fría. Después de un año del colapso comenzó a nevar, al principio pensó que ya era diciembre, sin embargo después de que pasarán 6 meses sin dejar de nevar, confirmo que no era normal, y después de 9 años sigue nevando.

Dando pequeños y lentos pasos por fin pudo llegar a su casa. Está era otra casa que había encontrado. Dejó el pueblo, pero primero fue a la zona central, y cuando llegó a ahí, todos los eflos estaban muertos, absolutamente todos. Los únicos cuerpos que no pudo encontrar fueron los del saco y el de la anciana. Para Roxana, ellos sin demonios, sirvientes de Satanás. No podía perdonar a aquellos horribles seres que habían destruido su felicidad.

Roxana se quitó sus pelajes para afuera y se dirigió a la sala de estar. Se acercó al espejo y se miro. Su caballo dejo de ser un rubio dorado y se convirtió en un blanco opaco, su piel se hizo más blanca, y en estos diez años solo había crecido 5 CM, midiendo 1.46CM.

El frío la atacó repentinamente. Su cuerpo comenzó a temblar. Ella con rapidez comenzó a prender la chimenea. Cuando la prendió fue a su habitación y agarro sus ropajes más cálidos para estar dentro de casa. También agarro varias cobijas calidas y se fue a sentar frente la chimenea.

Estaba realemnte abrigada, y el frío apenas le llegaba. Se sentía tan tranquilo en estos momentos que la asustaba.

Después de un rato parecía que iba a dormir, pero un ruido fuerte no la dejo, aún así ella no tomo en cuenta el ruido provocado porque ya sabía de qué se trataba. Fue el viento. La verdad es que la primera vez que se escuchó ese tremendo ruido se emociono, llevaba más de cuatro años sola, sin ver a nadie. Seis años habían pasado, y seguia estando sola. La palabra amigo no era algo conocido para ella. Ella estaba realmente, y no le gustaba, sin embargo después de mucho tiempo termino acostumbrándose. Aún así se siente triste. Posiblemente suene ridículo, pero de vez en cuando sueña con alguien de su antigua. Aunque en estos momentos ya no sabe con exactitud mucho de su antigua vida, solo recuerdo ser un perezoso hombre joven que murió por cachondo. Pero entre todos esos recuerdos oscuros, un recuerdo que parece luz está ahí. El recuerdo de una persona. Aquella persona de tez morena y cabello negro, delgado y esbelto. Su cabeza pequeña y su perfecta cara. La verdad es que el era muy hermoso. No recordaba bien su nombre, solo podía recordar que comenzaba con la letra "m".

Por fin, después de pensar en lo que más la hacía sentir triste, le llegó el profundo sueño. Deseaba con ansias poder soñar, sin embargo no lo hizo.

La mañana llegó y abrió los ojos, sin embargo el sol aún no había salido, y al parecer no saldrá. Hay días en los que el sol jamás sale, y también días que el sol se queda. Todo era tan extraño después de que despertó de aquel colapso.

El Mundo De Los EflosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora