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Unos días después de año nuevo, Soonyoung consiguió convencer a Mingyu para ir a un parque que tenía una pista de baloncesto.

—Wonnie, ¿estás listo?— Preguntó Mingyu mientras metía un par de cosas en una mochila.

—¡No!

—¿Por qué no?— Giró a mirar al menor para encontrarle tirando de su sudadera con fuerza porque no era capaz de subirse la cremallera. —¿Quieres que te ayude?

—¡Sí, sí!

Mingyu se acercó hasta el menor para ayudarle con la cremallera, pero estaba rota.

—Vaya, Wonnie... se ha roto. Creo que vas a tener que ponerte otra cosa.

—¡No, no! ¡Esta, esta!

—Ya sé que quieres esta, pero está rota. Mañana te la arreglaré, ¿vale? Pero ahora tienes que cambiarte.

El mayor tardó más de media hora en conseguir que Wonwoo aceptara cambiarse de sudadera y, además, tuvo que darle una bolsa de sus chuches favoritas a cambio.

—¿Mejor ahora, Wonnie?— Sonrió Mingyu mientras le arreglaba el pelo.

—Sí.

—Entonces, ¿nos podemos ir ya?

—Sí.— Afirmó mientras agarraba la mano del más alto.

Cuando salieron de casa, Mingyu envío un mensaje a su amigo para decirle que ya iban de camino. Cerca de 15 minutos más tarde, por fin llegaron al parque.

—¡Wonwoo! ¿Te alegras de verme?— Sonrió Soonyoung.

—Suno.

—¿Has venido a jugar con nosotros?

—No.

—Wonnie prefiere quedarse sentado.— Mingyu caminó hasta el arenero del parque y abrió la mochila para sacar una toalla grande, unos guantes de goma y un cubo de plástico. Colocó la toalla encima de la arena y le puso los guantes a Wonwoo. —Le gusta jugar con la arena, pero no le gusta mancharse.

—Vaya, ya veo.

Wonwoo se sentó sobre la toalla y empezó a coger pequeños puñados de arena para después echarlos dentro del cubo.

Mientras los otros dos chicos jugaban a baloncesto, Wonwoo seguía con la arena. Cuando ya llenó el cubo, se levantó para caminar hasta la papelera más cercana. Estaba dispuesto a tirar el contenido del cubo dentro de la bolsa de basura, pero Mingyu se interpuso.

—Oye, Wonnie. ¿Dónde vas con el cubo?

—Sucio.

—¿Sucio? ¿El parque está sucio?

—Sí. Wonu limpia.

—Oh, ya veo. ¿Quieres limpiar el parque?

—Sí. Wonu limpia.

—Pero eso tienes que dejarlo en su sitio. La arena ya está limpia.

—Sucio.

—Wonnie, deja la arena donde estaba. Ya hay gente encargada de limpiar el parque, ¿sabes?

—¡No! ¡Wonu limpia!— El menor empezaba a ponerse nervioso y se daba golpes en la cabeza con sus propios puños.

—Vale, vale.— Mingyu agarró las manos ajenas para intentar pararle. —Puedes limpiar, puedes limpiar.

—Wonu limpia.— El menor volvió a sentarse en su toalla para volver a llenar el cubo de arena y tirarla en la basura una vez más.

—Vamos, Gyu. No está haciendo nada malo. Solo quiere limpiar el parque.

—Ya lo sé... Menos mal que en este parque apenas hay gente, podrían llamarnos la atención.

—Por eso te dije de venir aquí.— Sonrió Soonyoung. —Así Wonwoo estaría más tranquilo también.

—Gracias por pensar en él, Soonnie. Eres el mejor.

—Eso ya lo sé.— Sonrió de nuevo. —Los tres somos los mejores.

Habit • {Meanie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora