𝟶𝟸∥ ʟᴀ ᴍɪsɪᴏ́ɴ

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LOS PRIMEROS MARINES a los que les habían sido permitido el paso a la sala, teniendo que emplear las máscaras que les proporcionaba el oxígeno que necesitaban, se apartaron cuando la puerta se abrió una vez más, revelando esta vez a los dos líderes del escuadrón. Ambos se adentraron en ella, recibiendo orgullosos el vitoreo de los recombinantes.

Muchos lucían sus atuendos; pantalones de camuflaje y una prenda verde. Algunos no llevaban esa última puesta, dejando su pecho descubierto mientras se reagrupaban para escuchar a sus superiores.

Ambos andaban lado a lado, dirigiéndose hacia el enorme ventanal por el pasillo que se había formado. —Caballeros—, se dirigió Jessica hacia los tres hombres que estaban con ellos. —retírense. No se os ha perdido nada aquí.

Los susodichos compartieron una mirada, observando al dúo continuar avanzando sin molestarse en volverse para mirarles. Contemplaron cómo el resto de recoms les miraban, y viendo la expresión en su rostro, supieron que estaban tardando en obedecer, y que debían hacerlo ya por su propio bien.

Cuando la puerta se cerró tras ellos, muchos rieron, sabiendo lo aterrados que podían hacer sentir al resto con solo una mirada. La mujer vio sonreír ladinamente al coronel a su lado.

—Sepan que ya no estamos en Cansas. Nos vamos a Pandora.

La voz de Quaritch se hizo presente, y ambos supieron que aquella situación les resultaba familiar. Era como vivirla de nuevo. Prácticamente.

—Bueno—, ambos de volvieron, enfrentando al grupo y dejando el ventanal a sus espaldas. La luz atravesaba el cristal, iluminando el interior. —sé que todos se estarán haciendo la misma pregunta—. Jessica observaba a todos, viendo a Walker sentada a pocos metros con una pesa. Junto a ella, Lyle escuchaba igualmente sentado. —¿Por qué estoy azul?

Aquello hizo aparecer una sonrisa en los labios de todos, muchos rieron. Pero, tan pronto como aparecieron, cesaron cuando el hombre volvió a hablar. —Nuestros pecados en una vida pasada nos han llevado a adoptar la forma del enemigo. Eso nos aporta su tamaño, su fuerza, su velocidad... Y con nuestro adiestramiento, la mezcal es muy potente.

Todos guardaban silencio, escuchando atentos.

—¿Tenemos ya una misión?— Cuestionó Lyle mirándoles.

—Desde luego que sí—. Respondió él, guardando silencio para darle turno a la mujer a su lado.

—Nuestra misión es dar caza y matar al líder de la insurgencia Na'vi—. Habló Jessica. El rencor que le guardaba era inmenso, pero lo disimulaba bien en su tono. Todos allí lo hacían, habían sido entrenados para eso. Aunque no siempre había por qué reprimirlo. —Aquel al que llaman Toruk Makto... Jake Sully.

Ambos líderes observaron al escuadrón celebrarlo. Los dos lucían una sonrisa ladina en sus labios, deseando, al igual que sus compañeros, comenzar con la misión y cumplirla con éxito.




LA CORONEL MANTENÍA SU semblante serio mientras se sentaba junto a Zdinarsk en la nave que les llevaría a Pandora. Estaban solas, siendo las primeras en haber subido al transporte. El silencio inundaba el lugar, cada una atrapada en sus pensamientos mientras ella se entretenía con un pequeño machete.

—Entonces...

Jessica levantó la mirada, encontrando la de su amiga. La mujer lucía una expresión de impaciencia y emoción, y ella solo la miró, esperando a que dijera algo más. Pero no hablaba.

𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐋𝐈𝐅𝐄, miles quaritchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora