CAP.5

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Hice cita con al menos diez chicas el día de hoy, así que si no me doy prisa jamás la encontrare.
Nervioso y esperando a que llegara, ahí estaba, pero con las esperanza de que sea ella.
Estaba sentado en una de las mesas del restaurante en el que habíamos quedado, cuando de pronto se acerca una chica muy linda, era pelirroja, sí, pero no la que yo buscaba, de inmediato se borró aquella sonrisa que había esbozado segundos antes.
—Hola, dijo aquella chica amable.
–¿Hola, cómo estás?
— Muy bien, perdón por la demora.
–No, no es nada, comamos.
Pase un momento agradable con ella, la verdad que es una chica linda. Pero no me gusta para algo más. Nos despedimos y por obvias razones, no volvería a salir con ella.
—¿Cómo te fue?
—No era ella. —Dije, Desanimado.
—Tranquilo. ¿Sabes que esto va a ser difícil? ¿Lo sabías cuando iniciaste y no te importó? Así que deja esos lloriqueos y sigamos intentando, Puede que ella también te esté buscando, y para ella será para ella será más difícil, Porque literalmente, no saben nada de ti.

Ni nombre ni programa con el cual te pueda encontrar.
Y esas palabras de inmediato me subieron el ánimo. Porque también tenía razón respecto a eso.
Los próximas 2 semanas me las pase saliendo con. 10 chicas al día cita tras cita, 10 chicas al día, cita tras cita, pero nada. Así que había decidido cambiar de programa y buscar en el que sigue.
*AMOR CON AIRE.
Seguí la misma rutina, descartar a los hombres, mujeres de cabello oscuro y pelirrojas con cabello corto, ojos verdes y azules.
Haciendo que aquella lista de 3 millones se convirtiera en aproximadamente 10 mil personas, el hecho de que tenga menos seguidores ayudaba mucho.
—Esta vez tengo un buen presentimiento.
—¿estás seguro? Llevas casi un mes buscándola.
—Lo se, lo se, pero se que valdrá la pena.
El día de hoy tengo una cita con una de las chicas, en las fotos no deja ver del todo su rostro, pero es muy parecida.
Voy llegando un poco tarde, pero con emoción, ella está sentada de espaldas, solo veo su cabello, estaba seguro de que era ella, hasta que se giro.
Nada que ver con aquella hermosa chica, y es que no digo que no fuera linda, simplemente cualquiera comparada con ella no es lo mismo de hermosa, mi hermano me ha dicho que tal vez debería salir y conocer a algunas de las chicas con las que he coincidido, tal vez olvidarme de ella, pero sinceramente es imposible.
El rostro de aquella chica se vio iluminado por una gran sonrisa, la cuál desapareció en cuanto vio mi expresión, se que se dio cuenta de mi decepción.
Nos saludamos y proseguimos a ordenar la cena, a pesar de que hablas y cruzamos unas cuantas palabras, el ambiente era un poco incómodo.
Me contó que es administradora de una empresa de computadoras. Tiene 25 años, termino una relación hace poco, pero hay algo peculiar que llamo mi atención.
Me dijo por dónde vivía, casualmente su departamento está muy cerca de donde vi a aquella chica, solo está a unas cuadras, dice que vive con su hermana, la cuál estudia derecho penal.
La cena transcurre normal, hasta que hizo un comentario.
—No me esperabas a mi ¿Cierto?
—¿Perdón?
—Tu expresión fue muy obvia, te puedo preguntar ¿que hay detrás de esta cita?
Fue muy directa, no sabía que decirle, fue algo que no tenía previsto, pero creo que merecía saber la verdad.

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