Tseyal es una Metkayina, ella es mayor que sus hermanos Tsireya y Aonung. Ella se está preparando para ser la próxima Tsahik pero algo cambia.
la familia Sully llega a el otro lado de Pandora. dónde viven estos Na'vis. Dai'ah y Neteyam el hijo mayor...
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— esto no es como lo imaginé— dijo Aonung sentado junto con Tseyal mientras hacían collares, por qué los Sully se estaban tardando demasiado en venir— pensé que sería más fácil como tú lo haces ver.
— lo es— dijo Tseyal poniendo otra concha en el hilo— solamente que no te tomas el tiempo para hacer collares conmigo.
— yo digo que ya no van a venir, son muy gallinitas como para llegar— dijo Aonung— mierda, esto no sirve— tiró su trabajo al suelo.
— van a llegar, estoy segura. No por algo papá convenció a mamá de dejarme ayudar— dijo Tseyal, tomando las cosas que estaba usando Aonung.
— de hecho si, ahí vienen— dijo Rotxo señalando a los jóvenes que venían corriendo.
Tseyal sonrió y dejó su trabajo en la arena, para levantarse. Los hijos de Sully llegaron a los chicos, con la respiración agitada.
— tardaron mucho— dijo Aonung viendo a los chicos.
— si, pero no importa, lo importante es que están aquí— dijo Tsireya.
— Aonung puedes dejar de ser tan negativo— dijo Tseyal acercándose a la bolita— bueno, ¿están listos?
— si— dijeron al mismo tiempo.
— bueno, entonces vamos.
Tseyal miró a Rotxo, y los dos saltaron al mar para comenzar a caminar. Tsireya y Aonung también se pusieron a nadar.
Tseyal se volteó pará ver a los hijos de Sully los cuales miraban el mar encantados.
Los chicos los trataban de seguir, parecía que en cualquier momento se les iría el aire y saldrían afuera del mar.
Y así fue subieron de nuevo a la superficie para tomar aire.
El menor de los Sully bajo la cabeza y Tsireya le habló en señas metkayinas. Y así el mayor también.
— vamos naden con nosotros— ellos no entendieron, pues no sabían de esto se supone que les estaban enseñando, Tsireya sonrió y les hizo una seña de que los siguieran.
Tomaron aire y volvieron a bajar, para seguir nadando. La travesía fue corta pues volvieron a subir para tomar aire.
— ¿que les pasa a ellos?— preguntó Aonung en señas hacía los tres.
