No es un alfa || Messi x Ochoa|| || Omegaverse||

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟪

Su mirada observaba a la nada, su mente estaba bloqueada, pensaba en todo y a la vez en nada, ¿en qué momento sus metas, sus objetivos, sus planes, su vida en sí había cambiado?.

El había cambiado, aún no sabía si lo había hecho para bien o para mal, pero había cambiado.

Y a veces el cambio es bueno, ¿o no?.

« —Abuela, ¿por que el mar es azul?. »

Dicen que de los padres se aprende cualquier tipo de información; ética, práctica, académica, y tienen razón, pero también se aprende a amar y a ser amado.

Su abuela le enseñó esto ultimo.

Lio siempre fue muy apegado a su abuelita desde que tenía memoria, recordaba a la perfección como ella le solía contar historias debajo de un árbol, siempre le hablaba de las flores y sus olores, de como se preparaba un buen mate cocido, o le enseñaba el canto de los pájaros junto al sonido de los ríos, siempre hablaba de todo, menos de ella.

« —¿Te gusta el mar?. »

Más que una anciana, era una inspiración.

« —Me encanta. »

.  .  .

El tiempo alguna vez fue su amigo, pero también alguna vez fue su enemigo, el tiempo se llevaba su juventud y sus años floridos, se llevaba las flores de primavera, se llevaba los momentos de su niñez, se llevaba la mocedad de sus amigos, se llevaba la vida de sus seres queridos.

Y el tiempo fue quien le arrebato a la única persona con la que podía ser realmente el.

« —La abuela murió, vístete, tenemos que irnos. »

Al inicio se le hacía difícil el asimilarlo, y no se le culpaba, la noticia era demasiado fuerte como para poder ser procesada rápidamente.

Al principio no notaba su ausencia, el seguía con su vida ordinaria y repetitiva, como si nada hubiera ocurrido, como si nada hubiera cambiado.

Pero lo real, es que todo era distinto, y una vez más, el mismo tiempo fue el encargado de enseñarle que todo lo que alguna vez pensaba o conocia ya no iba a volver a ser igual.

Jamás volvería a oír esas historias que tanto le gustaba escuchar, jamás volvería a ir a la cancha de fútbol acompañado, jamás volvería a escuchar esa voz tan dulce y serena que lo calmaba, jamás volvería a tomar un mate tan bien preparado.

Jamás volvería a ver a su Abuela.

Esa herida provocada por la usencia jamás iba a sanar del todo, porque si bien sabía que podía superarlo, también era consciente de que le iba a costar demasiado el sanar después de esa terrible pérdida.

« —Escúchame, vos, vas a ser el mejor jugador del mundo. »

¿Y si no quería serlo?.

« —Yo se que tendras un futuro brillante. »

¿Y si el futuro tenía planeado destruirle?.

« —Siempre seras mi campeón Lionel. »

¿Lo seguiría siendo después de renunciar a los planes que tenia ella para el?.

Le daba igual si decepcionaba a cualquiera, pero, el decepcionar a su abuela le provocaba un enorme miedo.

Pero, ¿cómo saber si lo seguiría amando?, si no podía hablar con ella, mucho menos preguntarle, mucho menos podía pensar por ella, no podía hacer nada al respecto.