No es un alfa || Messi x Ochoa|| || Omegaverse||

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟦

" Puede qué no tengas mis ojos, puede qué no tengas mi sonrisa, puede qué no tengas mi tono de piel, puede qué no tengas mis mismos apellidos, puede qué no tengas mi misma sangre, pero tienes mi corazón y mi cariño, y por ello eres mi hermano ".

.  .  .

El fuego ubicado en la chimenea de la sala, alumbraba con suma intensidad el pequeño cuarto de estar.

Abuela y nieto, compartiendo tiempo juntos.

Creando recuerdos y compartiendo experiencias.

—Abuela.

—Dime.

—¿Qué es un amigo? —preguntó con inocencia mientras recostaba su cabeza en las piernas de la anciana, la cual estaba sentada en una mecedora enfrenté del fuego.

Celia pensó unos momentos en qué responder, acariciaba con delicadeza los finos cabellos castaños del infante, mientras filosofaba y se decía: "tan pequeño qué te ves, y tan sabio qué eres ".

—Un amigo es aquélla persona con la qué te atreves a ser tú mismo.

Esto dejó más confundido al pequeño, quién extrañado volteo su rostro a su mayor.

—¿Cómo? —preguntó.

La mujer de cabellos blancos se agachó un poco, tomando a su descendiente entré sus brazos, acurrucándolo bajo estos.

—Un amigo, mi niño, es aquélla persona que acude a ti cuando más lo necesitas, es aquélla persona qué cuándo gritas su nombre viene corriendo hacia ti, es aquélla persona que a pesar de tus defectos no se va, es aquélla persona que está contigo en las buenas y en las malas—dio una leve pausa, acariciando las mejillas rellenas del pequeño—un amigo, Lio, es aquél qué te extiende su mano, aún y cuando no la merezcas.

Su pequeña mente no podía procesar la información recibida hace unos instantes, pero si qué la había memorizado. Tal vez en ese momento esas palabras no significaban nada para él, pero con el tiempo, esas palabras cobrarían algún sentido.

Por ahora, solo disfrutaría de la noche, acompañado del fuego, y de su viejita linda.

.  .  .

Amaba dedicarse a lo que le gustaba, amaba dedicarse al fútbol.

Pero lo único qué no amaba, o bien, no le daba importancia, era la fama.

Claro, a todos nos gusta la atención y el ser reconocidos, pero el jugador número diez del Barcelona prefería evitar las cámaras o los medios, pues conocía a la prensa amarillista, y el cómo estás influían mucho en la vida pública y personal de los famosos.

Cada movimiento qué daba era reportado, cada palabra suya era grabada, cada opinión expresada era redactada y a veces modificada, su rostro era fotografiado no solo por una, sino por miles y miles de cámaras, su apariencia y presencia siempre eran captadas.

Pero ninguna máquina de fotos podría retratar lo profundo de su mente, de su ser, y de su corazón.

Las multitudes, la gente, los medios, los fans, todo lo tenía cansado.

Y si tan sólo fuera por un momento, por un instante, por un segundo, si tan solo el mundo se olvidará de quién era, estaría en paz por un pequeño santiamén.

Anhelaba con toda su alma ser un desconocido para el mundo.

Pero eso no podía pasar, ¿verdad?.

—¿Vos quién eres?, ¿Cómo te llamas?.