𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟢

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La infancia.

Dicen que en la infancia es el mejor momento de la vida, no hay preocupaciones, no hay responsabilidades, no hay intranquilidad, no hay pasado, no hay futuro, solo un presente con inocencia, e ilusión.

Muy pocos recuerdos de la infancia se quedan grabados en nuestra mente, como si de un álbum se tratase, lleno de fotografías y videos, con varios escenarios a los cuales no importaba cuanto tiempo pasará, uno siempre los recordará.

Los niños no recuerdan lo que tratas de enseñarles. Recuerdan lo que eres, cómo los trataste, y como los hacías sentir.

Tal vez es por eso que dicen que es más fácil construir niños fuertes, que reparar adultos rotos.

—¿En qué falle?.

Porqué adultos rotos, dañan niños completos.

—No fallaste en nada, es solo qué, su jerarquía ya estaba predestinada.

El miedo.

El miedo es algo normal, es un mecanismo de defensa, el cual nos permite responder a situaciones graves con rapidez, es normal y beneficioso para cualquier ser vivo.

El miedo no es malo, a veces solo funciona como una advertencia.

No es malo tener miedo, lo malo es dejar que el miedo domine tu vida, porque entonces ya no tendrías una vida, solo miedo.

—Guille, ¿Por qué papá te grito por oler tan dulce?.

Él era solo un niño.

—No lo sé Ana, no lo sé…

Un niño que vivía con el miedo constante de no ser lo suficiente bueno para los demás.

—Odio mi aroma—confeso en un susurro entre su llanto silencioso, importándole muy poco que su hermana menor lo viera en ese estado tan vulnerable.

Desde que nació, todos en la familia Ochoa y Magaña esperaban grandes cosas de él, todos estaban esperanzados en qué Francisco fuera un alfa digno de si, llegando a ser el futuro líder y cabeza de familia.

« —Un alfa más en la familia Ochoa. »

Desde su nacimiento se le había puesto esa carga.

« —Se ve qué tiene características fuertes, no cabe duda, tiene qué ser un alfa. »

Toda su vida estaba planeada.

« —Es el candidato perfecto para ser el líder de esta familia. »

Pero dicen que el idealizar es el primer paso hacía la desilusión.

« —Señor Ochoa, no creemos que su hijo sea un alfa. »

Y quien llega a idealizar está condenado a la decepción eterna.

« —Señor, su hijo es un omega. »

Pero, ¿Él qué culpa tenía?

No era su culpa, Francisco no había nacido para eso, no había nacido para complacer, cumplir sueños frustrados, o ser lo que sus antiguas generaciones y familiares querían que fuera.

Él no había nacido para ser una persona perfecta, él había nacido para ser una persona real, estaba presente aquí para ser el mismo, no lo que los demás quieren que sea.

Ellos lo habían idealizado, y no era su responsabilidad cumplir con la idea que crearon de él.

Él había nacido para ser él.

« —Guillermo, estoy orgulloso de ti. »

Pero, tenía miedo.

Miedo, de decepcionar a los que le rodeaban.

No es un alfa || Messi x Ochoa|| || Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora