Capítulo I

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  Clint Eastwood

Lunes...Me agradan los Lunes son tranquilos y es satisfactorio ver a la gente de malas sin incluirme.

Me llamo Afrodita, ya se ya se que nombre tan raro, la verdad es que mi nombre y yo no encajamos ni a fuerza bruta. A mi madre se le ocurrió ese nombre pensando en qué tal vez sería una chica muy bella pero lamentablemente es en lo único que no tuvo razón.

Mi madre nos sacó adelante por bastante tiempo solo hablo de nosotras dos, pero luego se casó y se podría decir que se volvió una persona que se odia a sí misma aunque eso si, siempre ve por mi bien y por el de mis hermanos y se esfuerza para darnos lo mejor . Mis padres por otro lado son trabajadores pero bastante machistas. Yo me eh prometido no ser como ellos, quiero mantenerme, no quiero depender de alguien, quiero explorar, quiero tocar la jodida Luna y vivir en las cataratas del paraíso. En pocas palabras quiero lograr lo imposible...Pero ahora me toca ir a la escuela.

Nunca fui una alumna mala, ni rebelde, ni de mal promedio...Tampoco fui la alumna de dieces, la que siempre está en el cuadro de honor, ni la que participa. Jamás.

Me levante perezosamente de mi cama, hablo de que me arrastre hasta la orilla para luego resbalarme hasta terminar en el suelo, me puse de pie...Me arregle como físicamente y higiénicamente para ir a la escuela, arregle mi mochila y baje a desayunar.

- Buenos días. - dije mirando a mi madre haciendo el desayuno.

- Hola ten. - me entrego un licuado y unas galletas.

Unas personas les da miedo la oscuridad, a otras las alturas, a otras los insectos e incluso a otras les da miedo el mar...A mi me da miedo comer.

- Gracias. - me tome el licuado sin pensar, me lo termine y vi la hora, no era tarde solo era una excusa. - Oh me tengo que ir se me va a hacer tarde. - deje las galletas intactas el su lugar, me acerque a mi madre y deje un beso en su mejilla. - Te amo.

- Yo igual.

Salí de mi casa y me encamine a la escuela...Sonríe, sonríe. Tratando de convencerme a si misma de cambiar la expresión de mi rostro al poco rato llegue a mi casillero y se me acercó Jules.

Jules es hipócrita, puede encontrar una persona más interesante que yo en tres segundos.

- Hola Afri ¿Que haces ?

- Nada.

- ¿ Oye hiciste la tarea de literatura ?

- Si.

- Pásamela.

- Ok. - le entregue el cuaderno de literatura.

- Bueno gracias, iré con Lidia más al rato te entrego tu cuaderno.

- Antes de clases.

- Aja. - se fue.

Solo le pase la tarea y me conviene por que me paga...Amo a la gente con dinero.

Llegue temprano, significa que tengo media hora libre antes de la primera clase, decidí que pasar un rato en el jardín sería una buena opción, me fui al jardín, me dejé caer en el pasto y me puse los audífonos para escuchar música.

Pasaron los minutos, pronto llegue  a la conclusión de que era momento de dirigirme a mi salón de clases, me levante y camine hacia la entrada del instituto.


𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧

Aveces pienso que las demás personas están por subirse a un cohete para irse de vacaciones a Jupiter, y sin embargo yo sigo atorado en este maldito hoyo.

Soy un desastre, mi vida es un desastre.

Vivo con mi tío, ya que mi mamá en cuanto nací se desapareció de mi vida, ni siquiera se su nombre y no quiero saberlo nunca. Mi padre se quedó con toda la responsabilidad pero murió cuando yo tenía once años.

Desde entonces Wayne el hermano de mi papá me a dado todo lo que necesito, hogar, apoyo, paciencia e incluso amor. Admiro a mi tío, jamás en su vida ah dejado que alguien llegue y lo aplaste como si de algún insecto se tratara, nadie absolutamente nadie le ah quitado  su lugar...Quiero ser como el.

Desayune, me prepare para la escuela, arregle mis cosas y me fui corriendo ya que se me hacía tarde, necesitaba atender a un cliente.

Vendo vicios pero jamás  los metería en mi cuerpo.

Corrí bastante rápido, hasta llegar a la puerta para dirigirme al jardín del instituto, abrí la puerta y me topé con una chica...Bastante linda la verdad.

- Hola.

- Ah hola. - dijo la chica manteniendo contacto visual conmigo.

- Es linda. - dije sin pensar ni un poco, estaba completamente atontado por aquella silueta que se encuentra en frente de mi.

- ¿Quién? -  pregunto confundida.

- Tu...Blusa, ¿te gusta el metal? - tratando de arreglar mi error.

- Oh si, también tienes pinta de que te gusta. - la chica seguía manteniendo un contacto visual conmigo, de alguna manera esta vez no me molestaba.

- En eso aciertas...Eddie, un gusto. - ofrecí mi mano para que esta la tomara y la moviera arriba y abajo como un saludo de dos personas muy formales.

- Afrodita el gusto es mío. - dijo la chica avergonzada.

- Que hermoso nombre. - aguantándome las ganas de gritarle que su nombre y ella son las cosas más bellas que mis ojos han visto o que mis orejas han escuchado durante años .

- Si claro.

- Lo es.

- Amm me te - te ngo que ir. - la chica al decir esto estaba súper sonrojada.

- Yo igual.

- Bueno...Bye Eddie. - me regalo una sonrisa muy linda, abrí la puerta para que pudiera irse.

- Bye Afrodita....Carajo. - Algo me estaba pasando, aunque nose que es, tal vez visitaré un psicólogo.

Aunque esa chica de algún manera mejoró todo, con tal solo esa sonrisa que mostró en rostro cuando se fue.

Nadie en todo el día me podría poner de malas por qué " Tengo la luz de sol en una bolsa", y nadie iba a tener suerte de verla  sonreír, sacar una foto mental y convertirla en su sol.

𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐬𝐭𝐨𝐧𝐞 - 𝙴𝚍𝚍𝚒𝚎 𝙼𝚞𝚗𝚜𝚘𝚗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora