IV

594 33 0
                                    

—Los Potter, eso es, eso es lo que escuché...

—Esperen que tenemos que ver Nosotros con esto.— pregunto Fleamont Potter, nadie contesto su pregunta.

—Si, la hija de ellos, Harriet...

—¿Que con Harriet?.— pregunto Lily Evans, también fue ignorada la pregunta.

El señor dursley se quedó petrificado. el temor lo invadió. Se volvió hace lo que murmuraban, Cómo si quisiera decirles algo, pero se contuvo.
Se apresuró a cruzar la calle y corrió hasta su oficina, le dijo a gritos a su secretaria que no quería que lo molestaran, toma el teléfono y casi había terminado de marcar los números y su casa cuando cambio de idea. Dejó el aparato y se estrujo los bigotes mientras pensaba tres... No, era un estúpido. Potter no era un apellido tan especial.

—Discúlpame pero Potter es uno de los apellidos más importantes de Gran Bretaña mágica — dijo James Potter  indignado de que traten su apellido como si no diera nada.

Estaba seguro de que había mucha gente que se llamaba Potter y tenía un hijo llamado harriet. Y pensándolo mejor, ni siquiera estaba seguro de si su sobrino se llamaba harriet. Nunca había visto el niño. A lo mejor se  llamaba Hanna. O Heaven. No valía la pena preocupara la señora dursley, quién siempre se molestaba mucho ante cualquier mención de su hermana. No la culpaba. ¡ si el hubiera tenido una hermana así...! Pero de todos modos, esa gente con capas...
Esa tarde le costó concentrarse en los taladros y cuándo dejó el edificio, a las 5 en punto, estaba todavía tan preocupado que tropezó con un hombre que está en la puerta.

—Perdón —gruñó, mientras el nombre de minuto se tambaleaba y casi cae el suelo.

Unos segundo después, señor dursley se dio cuenta de que el hombre está usando una capa Violeta. No parecía de Gustavo por el empujón. Al contrario, su rostro se iluminó con una amplia sonrisa, mientras decía con una voz tan chillona que llamaba la atención de todo lo que pasaron:

—¡ no sé Disculpe, mi querido señor, porque hoy nada puede molestarme! ¡ hay que alegrarse, porque el innombrable finalmente se ha ido!

Cuando McGonagall dijo eso todo se quedó en un silencio, sin saber que hacer

—El se ha ido— dijo de repente Sirius Black, tan pronto como dijo eso, la mayoría se levantó a festejar 'el señor oscuro se ha ido' era lo que se escuchaba y también  'el mago tenebroso se fue'.

-Pero si se fue, ¿por que estas aquí? —pregunto Euphemia —. El no se fue de verdad ¿no? — eso hizo que todos esperaran la respuesta de los chicos del futuro.

—No abuela, el no murió — dijo Harriet —. Pero ya no voy a dar spoiler — dijo sonriendo, dicho eso la lectura comenzó otra vez.

¡ hasta los muggles como usted deberían celebrar este feliz, feliz día!

Y el anciano abrazo al señor dursley y se alejó junto al Señor dursley permaneció completamente abochornado. Abrazado un desconocido. También pensé que lo había llamado <un muggle>, fuera lo que fuese que significaba. Estaba desconcertado. Se apresuró a subir a su coche y dirigirse a su casa, Deseando que todo fuera obra de su imaginación, porque no ha probado la imaginación.

Cuándo entra la Senda privada, lo primero que vio — Y eso no mejoró su humor— fue el gato atigrado qué había visto esa mañana. Ahora estaba sentado en la pared de su jardín. estaba seguro de que era mismo, tenía las mismas manchas alrededor delos ojos.

—¡Fuera! — dejó el señor dursley en voz alta.
El gato no se movió. Solo le dirigió una mirada severa. El señor dursley se pregunto si esa sería una conducta normal en un gato.

Harriet PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora