Capítulo 1

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Tricky se había arrepentido por unos minutos de haber aceptado el trato de su amiga. Lucy jamás le comentó que existía otro conejo en su casa. Su pequeño conejo se hallaba bastante asustado por saber que no era el único macho en esa casa, seguramente creía que aquel conejo buscaría problemas para hacerle daño.

—Sabes Lucy, creo que lo mejor será que Jake y yo regresemos a casa —la rubia comentó mientras daba un paso hacia atrás con cuidado. Ella sostenía a su conejo entre sus brazos.

—No, Tricky, espera déjame explicarte —Lucy la detuvo—. Tranquila, tu igual pequeño Jake —pidió luego de acariciar con cariño al conejito—. Ese conejo no es peligroso para Jake, te lo aseguro.

—De todos modos, puede incomodar a Jake y no quiero que él salga herido.

—Te prometo que no pasara nada, créeme que lo que más deseo es que Frank sea un conejo normal —la mirada de la chica punk se tornó decaída.

—¿Lucy? —Tricky no sabía qué responder. Conocía a su amiga y era evidente que algo le afectaba.

—Frank, mi otro conejo sufre de depresión —confesó. Tricky abrió los ojos en sorpresa y Jake bajó sus orejas, ahora más que nunca no quería estar ahí, no deseaba ser una molestia para el otro macho—. Él perdió a su futura pareja en un accidente, sus dueños eran amigos míos y me habían propuesto lo mismo que te propuse a ti, sin embargo... Las cosas no terminaron como esperábamos. Lamentablemente la conejita fue atropellada luego de haberse escapado por la irresponsabilidad de la chica que los ayudaba con la limpieza de su casa.

Jake se tensó entre los brazos de Tricky. Su amiga y dueña le había mencionado que estaría lejos de ella durante unas semanas con el objetivo de "hacer bebés", pero nunca esperó encontrarse con la noticia de que existía otro conejo macho en esa casa ni tampoco que dicho conejo estaba pasando por un mal momento.

—Oh, no, pobrecito —murmuró Tricky, acarició con cariño a Jake. No quería imaginar el dolor de esa pareja, si ella perdía a Jake, su mundo se vendría abajo. El conejito café que sostenía era su única compañía en su hogar, sus padres se hallaban lejos del país y no tenía muchos amigos ni siquiera una pareja.

—Desde entonces permanece encerrado en el mismo lugar y come poco. Fue un verdadero milagro que haya deseado conocer a Yutani.

—¿De verdad crees que siga siendo una buena idea? —dudó Tricky—, aunque no sea un peligro, a tu conejo no le puede agradar Jake y eso afectará a su relación con la conejita.

—Hablé con el veterinario desde antes —aclaró Lucy—. Me informó que no sucedería nada siempre y cuando mantuviera alejado a Jake de Frank, en especial de sus lugares favoritos de la casa. No hay de qué preocuparse, me encargue de todo.

La mirada de la rubia bajó hacia Jake, el conejito pareció entender y alzó su mirada hacia ella. Ambos se vieron como señal de dudas, sin embargo, lo mejor era dejar que Jake conviviera con su especie. El conejito necesitaba un cambio de vida y de ambiente.

Tricky soltó un suspiro y miró de nuevo a Lucy.

—Sabes que, si te lo dejo, estaré dejando en tus manos la mayor parte de mi vida y alma, ¿no?

—Lo sé, yo jamás permitiría que le hicieran daño a Jake, tampoco a ninguno de mis conejos. Estos animalitos merecen amor y seguridad de nuestra parte.

Lucy acarició la peluda cabeza del conejito café, la tensión en el cuerpo de Jake poco a poco disminuía.

—Bien, me permites un momento a solas con él.

Lucy asintió y se alejó en busca de su conejita, era momento de animarla para que se presentará con Jake. Por su parte, Tricky se despidió del conejito café prometiendo volver por él en poco tiempo. Jake se asustó, pero sabía que debía ser valiente por su dueña.

Amor de Conejos | FrankeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora