•Capitulo Seis•

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You-

Desperté, desperté en alguna habitación de la Playa, me dolía mucho la cabeza y tenía ganas de vomitar.

-Despertaste, creí que estabas muerta- la voz de Chishiya me hizo reaccionar.

-¿Qué pasó? ¿Qué hago en esta habitación?- en definitiva esta no era mi habitación.

-Te tiraron a la piscina, esta es mi habitación, no sabía cual era la tuya- contestó.

¡¿La habitación de Chishiya?! No podría pasar más vergüenzas en este lugar.

-¿Por qué me tiraron? No lo entiendo- volví a preguntar.

-¿De verdad no sabes nadar? Creí que serias experta, hasta donde yo sé es fundamental saber nadar para ser detective- cuestiono.

Tenía razón, y si, también tenía clases de natación pero jamás fui a ellas, las vi innecesarias e inservibles, además de que me quitaban mucho tiempo valioso.

-Supongo que, jamás fui a esas clases- respondí.

-Lo supuse... Bueno You, te dejo descansar- dicho esto se paro y se dirigió hacia la puerta.

-Gracias- agradecí de forma sincera.

-Ya te lo dije You, no lo hago por ti- contestó.

Sabía a lo que se refería, no podía creer que me siguiera salvando solo por eso. Aparte de que le agradezco, no tiene ni tantita consideración.

-Eres tan inhumano- me levante muy enfadada de la cama -No necesito, no quiero que me salves, es más, tuve muchas oportunidades de terminar con mi vida y tu echaste a perder todas, desaparecete Chishiya, estas en todos los lados, no te quiero ver más- me dirigí hacia la puerta.

-Creí que eras de esas personas que les daba igual lo que opinaran sobre ellas, eres débil You- habló.

-Tu lo eres más, tienes que jugar con las demás personas para conseguir tus objetivos, para salvarte a ti mismo ¿Por qué me salvas? ¿Por qué me ayudas? A diferencia de ti, yo siempre he conseguido lo que quiero por mi propia cuenta, sin lastimar a los demás- contesté a sus arrogantes comentarios.

-No te confundas, la gente es muy ingenua, yo solo uso eso a mi favor, te llevo observando desde que llegaste aquí, no sabes pensar, no sabes controlarte, más puntos a mi favor- respondió.

-Tal vez tengas razón, soy débil, estoy sola, soy vulnerable; no eres la primer persona que piensa eso sobre mi, y créeme que no me importa, yo se lo que soy y lo que valgo no dudo de mis capacidades y estrategias. Deja de ayudarme, no te necesito- dicho esto salí de esa habitación.

Comencé a caminar muy enfadada hacia mi habitación, realmente él no podía ser más egoísta e hipócrita, que persona tan nefasta.

-You, hola- la voz de Arisu me devolvió a la realidad.

-Arisu, ¿Qué tal te fue con el sombrereo?- pregunté.

Mire que Arisu no venia solo, estaba con aquella chica del segundo juego, la escaladora.

-Bien creo, tú... ¿Estas bien?- preguntó.

-Si, muy bien gracias por preguntar-

-Yo y Usagi estábamos buscando información ¿nos quieres ayudar?- cuestiono.

Mire a la chica y ambas sonreímos.

-Si, claro que ayudo- respondí.

Comenzamos a buscar a gente por todas partes, la gente era rara, todas las versiones eran diferentes y las personas no se tomaban en serio las preguntas.

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