El zumbido del bastón de Tory rozando mi oreja derecha me hizo tambalear, pero no lo suficiente como para hacerme caer sobre el estanque que se abría pasó frente ambas.
Sin dudas la idea de mi prima de entrenar a la orilla del agua estancada no había sido su mejor ocurrencia en estos últimos tres meses de convivencia.
Porque sí, aunque sea difícil de imaginar, ya habían pasado tres meses desde que fuimos abandonados en el pantano por aquéllos que nos juraron salvación. Y aunque la primera semana había sido dura, con la esperanza desvaneciéndose en cada segundo, ninguno se marchó. Al contrario, todos nos quedamos con la idea de que el pantano podría cubrir nuestro aroma y hacernos pasar por desapercibidos con los infectados.
Lo cuál sucedió. Y gracias a éso logramos aislarnos del resto de la ciudad. Entre los veinte pasajeros nombramos el Pantano como nuestro nuevo hogar, incluso si la convivencia debía ser compartida con los insectos, lagartijas y sanguijuelas que habitaban el lugar mucho antes de que nosotros llegáramos.
Uff..., todavía recuerdo la primera noche en el pantano. Sin dudas no había sido la mejor, pero ver a Tory perseguir a Riley con una lagartija entre sus manos me sacó una sonrisa que, para ser honesta, no me esperaba encontrar.
En fin,... el grupo había logrado mantener el campamento en pie. Con casi cien vehículos abandonados rodeandonos y puestos de vigilancia, el lugar se había trasformado en un hogar seguro para todos aquéllos que buscaban la manera de mantener a sus familias a salvo.
Con respecto al resto del Mundo no sabría decirles con certeza qué sucedió, ni siquiera sé si alguna ciudad o algún país logró evitar la caída, lo cuál era bastante trágico para quiénes teníamos familiares en otros estados. Por desgracia las transmisiones de radio y la electricidad también habían sido víctimas de la caída, por lo que era imposible comunicarse con alguien que se encontrara fuera del campamento.
Si es que aún quedaba alguien ahí afuera. Porque por lo visto, la mayoría se había infectado o esfumado de la ciudad.
Nuestra poca información provenía de un pequeño calendario y de las exploraciones semanales que los misioneros de nuestro grupo se ofrecían a realizar para traer provisiones al campamento.
Mierda. No tienen idea de cuánto deseaba ser una de ellos, y no sólo porque mi amiga pertenecía al equipo, sino por el hecho de salir y poder ver con tus propios ojos lo que había quedado de la ciudad.
Aunque no era tan difícil imaginarse el Mundo después de la caída. Cada vez que cerraba los ojos podía ver en mi mente los edificios abandonados y a los infectados deambulando a la espera de su siguiente víctima. Fácilmente se podría considerar como la entrada al infierno mismo, pero para Lindsay, mi amiga, ésas expediciones eran más como estar en los parques de Disney durante Halloween y, aunque suene delirante, mi percepción sería la misma que ella.
Claro está que la opinión de mi padre era diferente dentro del grupo. Porque sí, aunque cueste creerlo, el Newton mayor se había unido a ellos luego de "superar" aquél episodio del comienzo, dejándome a cargo de las dos personitas más importantes que tenía el mundo junto a él. Riley y Tory.
Sé lo que piensan—: Ja, buena suerte con ese par.
Pero aunque no lo crean, ambas hermanas eran una buena compañía,... siempre y cuando las mantuviera alejadas la una de la otra. Si algo había aprendido del par Newton era a nunca quitarles la vista de encima, ¿Por qué?, fácil, nunca se sabría cuándo Riley terminaría llorando o con un ojo menos por culpa de su hermana menor.
Ja, suena gracioso, ¿verdad?. Pues no lo es. Créanme cuando les digo que Tory suele llevar sus acciones, sin pensar, al extremo.
Sonreí al ver la decepción en su rostro por no haber logrado noquearme.
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NEW T̶O̶W̶N̶ WORLD
Ficção CientíficaCuando un virus letal amenaza con transformar el mundo en una carnicería humana, Maisie Newton, una joven barista de 20 años, se verá obligada a emprender un viaje de supervivencia para mantener a su familia a salvo. Lidiando con la crueldad humana...