𝘾𝙪𝙞𝙙𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙪𝙣 𝙤𝙨𝙤 - (Spruan)

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A la mañana siguiente Juan se despertó con una enorme sonrisa en el rostro y lleno de emoción Spreen le había dicho que había disfrutado de la cita antes de irse la noche anterior así que pensó en ¿porque no invitarlo a su hogar nuevamente ese día? Sabía que no sería problema ya que se había echo costumbre que ambos pasarán más tiempo juntos del normal así que no podía estar más feliz por tener la visita del híbrido en su hogar nuevamente.

Además de la gran memoria en su recientemente relación con el pelinegro parecía que empezaba a tener más control de su cuerpo con cada día que iba pasando, aun no podía usar sus poderes como quisiera pero la mejora era sorprendentemenre rápida quería pensar que la razón de tener al oso al lado suyo causaba cierto efecto positivo en el.

Después de desayunar y prepararse para ese día decidió preparar el almuerzo no sin antes dejarle un mensaje al híbrido para que lo fuera a visitar ya que quería formalizar su relación después de lo de la noche anterior estaba seguro que el contrario aceptaría ¿habia leido todas las señales correctamente no? Quería que la cena fuera perfecta para poder pedirle al híbrido ser pareja.

Y así pasaron una, dos, tres y muchas horas más en las que Juan esperaba por el pelinegro le respondiera sus mensajes o esperanzado por que apareciera en cualquier momento pero cada vez era más seguro que este no aparecería por el santuario y eso lo confirmó cuando cayó la noche y el híbrido no le dejó ni un solo mensaje se hubiera sentido triste de esto por no ser que podía ver como los mensajes que le escribía ni siquiera le llegaban al contrario lo que hizo que se preocupara demasiado ¿donde se había metido? La preocupación le ganó y sin poder pensar en lo que hacia salió de su santuario dirigiéndose a la pollería del híbrido.

El camino fue una total tortura para el puesto que no lo pensó demasiado bien y por querer ir lo más rápido posible término corriendo hasta llegar a este pero había olvidado el echo de que su cuerpo aunque ya lo sentía estable realmente no podía soportar hacer demasiado esfuerzo por lo que terminó agotado apoyándose en las puertas de vidrio del conocido restaurante llevado por el pelinegro.

Decidió entrar en este encontrando a un par de pocas personas debido a la hora, se acercó a la caja registradora encontrándose con el Mariana el cual parecía distraído mirando a algún lugar específico hasta notar la presencia del contrario.

-Bienvenido a el "pollo feliz" ¿cual será su orden para el día de hoy? - Mariana recitó la frase de manera automática con una sonrisa esperando por la respuesta.

-e-eh si.. bueno no vine por eso Mariana- Juan un poco avergonzado sobo su cuello sin saber cómo preguntar por el híbrido.

-¿oh? ¡Juan! ¿Que haces por aquí? - parecía que el contrario había Estado tan concentrado en su trabajo que no noto que el que estaba en frente suyo era uno de sus amigos.

-b-bueno.. Estaba buscando a... Ehem Spreen - Juan susurro avergonzado le daba algo de pena demostrar que quería ver al pelinegro.

-¿quien? Lo siento mano pero no te entendí- Mariana se acercó confundido intentando escuchar lo que había dicho el contrario.

-¡Que estoy buscando a Spreen! -

Juan soltó un suspiro y trato de hablar más fuerte casi gritando y llamando la atención de los que estaban más cerca causando que se sonrojara tapando un poco su rostro por la vergüenza.

-aaaah el patrón, no está -

-¿eh? ¿Y sabes donde está? -

-pues en una mina-

Juan se quiso golpear la frente contra la mesa en ese momento tal vez estaba siendo demasiado dramático y desesperado por pensar lo peor cuando estábamos hablando de Spreen estaba más que seguro que el podría salir invicto de cuaquier situación.