Uno !

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El día inicio con frío, el recorrido del aire entró por las ventanas casi cerradas, dando la bienvenida a la habitación y haciendo que unos balbuceos como si fueran quejidos se escucharan bajo las calentitas cobijas, Kim Sunoo gruñó al verse inter...

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El día inicio con frío, el recorrido del aire entró por las ventanas casi cerradas, dando la bienvenida a la habitación y haciendo que unos balbuceos como si fueran quejidos se escucharan bajo las calentitas cobijas, Kim Sunoo gruñó al verse interrumpido a mitad de sueño por el insignificante sonido de la alarma en la mesita de la cama.

Lo apagó de golpe.

Salió de su amado nido (cama), aún somnoliento; bostezo. Dio una pequeña mirada a su alrededor, notando las cortinas de la ventana moverse a la armonía del viento. Frunció las cejas... <debí suponer que las había dejado abiertas>

Sunoo se puso de pie, su cuerpo era a cobijado por el pijama de su animación favorita. Los puntos amarillos y pintados lo demás en azul, teniendo de igual forma unas pantuflas. Ingresó al baño, para minutos más tarde, salir un poco despierto. Escucho el sonido de la puerta siendo abierta, viendo la figura de su padre, ya listo con su traje de trabajo, Kim Seeghyu.

─Buen día, hijo -Sunoo tomó asiento al borde su cama, recibiendo embelesado el desayuno. ─ faltan minutos para tu primer clase.

Tal vez, muchos veían al Señor Kim como un hombre poderoso, ricachón y con los más preciosos hijos, esa tosca actitud que tenía con muchos, la inexpresividad de las palabras que brotaban de su boca hacía mago de inquietud sobre el comportamiento, era difícil entender al Alfa pelinegro. Aunque dentro de casa, se volvía una masita realmente divertida y dulce, Sunoo y su hermano Y Yooghyun podían confirmarlo.

─Gracias, papá... ─con su pequeña mano en forma de puño, sobó sus ojos, mirando con una sonrisa la bandeja que desprendía un delicioso aroma─... estaba a punto de bajar a desayunar con ustedes.

─De eso, no tienes que preocuparte ─avisó. Dando unas caricias a los cachetitos del castaño, amaba consentir a sus cachorros, sólo vivía por ver las sonrisas de ambos. Se apartó un momento y acercarse al armario, mientras Sunoo disfrutaba del dulzor. Seeghyu preguntó──, ¿Nuevo conjunto?

...También, gustaba en participar por los conjuntos outfits casuales de los menores.

Entre risas compartidas, outfits pocos casuales, Sunoo terminó por escoger un jersey rosa bebé por debajo una camisa de tela suave a su piel, seguido unos pantalones blancos que hacían juegos con lo superior y por último, zapatillas. Limpió las comisuras de sus labios antes de dejar aún lado la bandeja completamente vacía y proseguir en cambiarse, despidiendo a su padre al dejarlo solo.

Sunoo agarró su celular, poniendo su playlist, las voces del famoso grupo "Momoland" se escuchó. Cantando en tarareo, tomó asiento frente a su tocador y procurar en usar cierto maquillaje combinar a su blanquecina y delicada piel. No le gustaba mucho pintar su carita, pero le daba un toque de ternura. Y con eso, le bastaba.

En sus castañas hebras yacían trabillas decorando, esos rositas labios esponjosos pintados de un bálsamo casi profundo, se echó por último unas gotitas de colonia que eran igual que su aroma yogur de fresas. No tan empalagoso, ni tan dulce, perfecto.

𔘓 : ¡No soy gordito! | sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora