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Juwon atendió aquella llamada y se preocupó, sin pensarlo mucho fue a casa de Mark, entró y vio rastros de sangre que iban del estudio a la sala. Se tensó inmediatamente, sabía que su esposa había venido a ver a su amigo como siempre, y solo dio unos cuantos pasos cuando pudo ver algo en la sala, dos cuerpos completamente llenos de sangre juntos en medio de la sala, no podía creerlo y lloró acercándose a ambos cuerpos gritando desconsolado.

— Mi amor, despierta. Por favor, nuestros hijos te necesitan, yo te necesito. — dijo entre lágrimas mientras la abrazaba. — ¿Quién te hizo esto? — susurró. — No merecías morir así, no te lo merecías.

Juwon acarició la mejilla de su esposa y le dio un beso en la boca, dejó el cuerpo de Sunhee para abrazar el de Mark, lo miró con lágrimas en los ojos, se sentía frustrado y decepcionado con la vida por todas las cosas que su mejor amigo había sufrido, por lo que Hobi había pasado, lo que ahora le había pasado a Sunhee y lo que sufrirían sus hijos con todo esto.

— ¿Por qué? ¿Por qué tenías que sufrir tanto? — dijo entre sollozos. — Merecías ser feliz con tu hijo, ambos merecían ser felices. — las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, se percató de la nota que estaba entre ambos cuerpos y la agarró.

"No confíes en lo que te dirán, tu conoces a Mark y él no estaba loco. Por favor, tira esta nota y no le digas a nadie de ella."

La nota lo dejo más confundido de lo que ya estaba, porque no entendía lo que había sucedido ahí, pero aun así guardó la nota. No lo pensó más, así que llamó a la policía de inmediato e increíblemente llegaron rápido, haciendo lo que el protocolo indicaba y nuevamente tuvo que llamar a sus hijos para tener que contarles las terribles noticias.

La policía checó cuidadosamente cada detalle y pista, al terminar llegaron a la conclusión que no era un robo, porque todo lo de valor estaba ahí, el lugar estaba limpio y no había señales de que forzaran la entrada, se notaba que habían movido los cuerpos del lugar de los hechos, y también estaba el arma, además que habían encontrado gotas de sangre de una tercera persona en un escondite, que tal vez podría llevarlos al asesino, al ver aquel escondite recordó, que ese era el lugar al que Hobi siempre iba cuando le daba miedo algo, siempre creyó que nadie más que la familia sabía de aquel escondite.

Por suerte con la llamada de Hobi, aquel hombre llegó antes, por lo que la policía que llegó al lugar de la tragedia no eran parte de la gente de Jeon.

Como siempre las noticias volaban y llegaron a oídos de Jeon, que ahora se enteraba que su gente no estaba a cargo del caso, porque Juwon llegó antes y avisó de la situación, también supo que los cuerpos habían sido movidos a la sala, y habían hallado sangre de una tercera persona, que posiblemente era del culpable de aquellas muertes, sabiendo todo esto, estaba claro que su plan se había arruinado, porque obviamente ahora no podían decir que Mark se había suicidado, pero si podían culparlo de la muerte de Sunhee.

Ardió en furia al enterarse de eso y más cuando supo que la sangre que habían encontrado estaba en un escondite del cual no sabía y esperaba que no fuera de ninguno de esos inútiles, porque si no los haría pagar con su propia vida, pero tampoco quería que hubiera sido alguien más, porque eso significaba que allá afuera había un testigo que podía arruinarle todos sus planes, todos los involucrados estaban en su casa. Los jóvenes se habían encerrado en el cuarto de Jungkook, mientras que los adultos estaban en la sala, pero en cuanto Jeon supo la noticia se encerró en su oficina y ahora que la llamada había terminado, salió ardiendo en furia, gritando y golpeando todo.

Kim saltó del susto observando a aquel hombre tan enojado.

— Jeon, ¿qué pasó? — dijo con la voz temblorosa.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐨𝐣𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora