𝐗𝐗𝐈𝐈

109 27 3
                                    

Seokjin fue a la mansión de Hoseok en la madrugada como habían quedado, y se sentaron en la sala.

— Por un momento pensé que no vendrías y que todo había sido una mentira más. — lo miró serio.

Seokjin lo miró y negó con la cabeza apenado.

— No te voy a mentir, estaba con Namjoon. — se rascó la cabeza. — Quería disfrutar mi tiempo con él, y se me hizo tarde.

— Está bien. — se levantaron del sofá, y lo llevó hasta el estudio que estaba con llave, abrió la puerta y lo dejó entrar.

Seokjin entró y se sorprendió con todo lo que vio, había mucha información, fotos, notas y recortes de revistas sobre todos, sin duda aquel chico no había perdido el tiempo, había creado un buen plan para acabarlos. Se había tomado el tiempo de investigar a cada uno y hacer anotaciones sobre las cosas que odiaban, y sobre sus debilidades.

— ¿Lo hiciste todo tu solo? — dijo asombrado leyendo todo.

— Si.

— Veo que quitaste lo mío. — miró a Hoseok.

— Quiero que sea una sorpresa para ti.

Seokjin se río amargamente y asintió

— Entiendo, aún no confías en mi.

— Nunca lo haré, así que dejemos ese tema atrás. — cerró la puerta con seguro. — Antes de cualquier cosa quiero que firmes algo, y quiero que te grabes, necesito algo que me sirva por si llegas a traicionarme.

— ¿Qué? — dijo confundido.

— Lo que oíste, ya te dije que no confío en ti, y en caso de que me traiciones necesito tener algo para acabarlos más rápido.

Seokjin lo miró, suspiró y asintió, firmó una declaración en papel de todo lo sucedido tanto en la cabaña como en aquella mansión, y también se grabó dando su declaración detallada de todo, dando nombres completos y detalles de absolutamente todo.

Hoseok no pudo evitar llorar con cada palabra que decía, apretó sus manos en puños enterrando sus uñas en sus palmas.

Seokjin tampoco pudo evitar llorar y sentirse miserable de recordar todo lo que había sucedido.

— Listo, ¿satisfecho? — susurró, bajó la mirada y se limpió los rastros de lágrimas.

Hoseok tomó las cosas y las guardó.

Ambos se sentaron y se miraron por unos segundos.

— ¿Ya los viste? — lo observó.

— Si, tuve que pedirle perdón a Jeon e inventar que lo de Namjoon era parte de un plan para acercarme a ti. — lo miró.

— ¿Te creyó?

— Parece que sí, le agradó la idea, y al menos por ahora Namjoon está a salvo de Jeon, podremos estar cerca sin que sospeche nada, solo hay que tener cuidado y no confiarnos del todo. — suspiró. — Mi papá no estuvo de acuerdo, pero no creo que sea un peligro, el que me preocupa es Jungkook, lo conozco y se que le molestó que su papá aceptara lo que propuse, tengo miedo de que le haga algo.

— Habla con él, intenta hacer las paces, al menos recupera su amistad, por lo menos por un tiempo. — suspiró. — Yo haré lo mismo.

— Haré todo lo posible, trata de no involucrarte.

— No puedo dejar que hagas todo tu solo, yo también necesito hacerle creer que nos hemos hecho muy amigos, quiero que crea que me tiene en sus manos.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐨𝐣𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora